Hace unos días asistí al primer congreso del libro electrónico en Barbastro, donde se dieron encuentro muchos de los involucrados en esto de los libros digitales. Por una parte teníamos los de siempre (libreros, editoriales tradicionales, autores de toda la vida) y por otra a los nuevos actores (Amazon, Google, blogeros, nuevos oficios editoriales, etc.). Fue un encuentro muy interesante y primorosamente preparado por la organización.
Durante este encuentro se oyeron cosas de todo pelaje (podéis ver los videos de las sesiones), editores quejándose de los piratas, libreros quejándose de las multinacionales aunque se alíen con su competencia directa, profesionales de la edición quejándose de los precios que les pagaban los editores… Multinacionales haciendo un publireportaje de sus productos, gente explicando cómo hacer marketing de los libros aunque todavía no haya constancia de que tal cosa se haga, pero eso si, en un ambiente donde nadie tenía claro a dónde iba… Nadie salvo Amazon.
Una de las cosas que más molestó a los «tradicionales» fue cuando el vicepresidente de Kindle Europa (Ezequiel Szafir) dijo que la competencia de un libro digital no era ya un libro en papel, que si un usuario no encontraba el libro que quería leer en digital no se iba a ir a una librería a por él, ni siquiera iba a esperar a que se lo mandasen a casa, simplemente se iría a hacer otra cosa… Como jugar al candy crush! y es que, hoy por hoy, la lectura se ha convertido en una fuente más de entretenimiento y, como tal, debía competir por la atención de las personas con el resto de fuentes de entretenimiento.
Ante tal herejía, que por otra parte a mi me parece muy razonable, las respuestas que se escucharon en otras sesiones eran, poco menos, que meras pataletas. Los editores ilustrados y los libreros afrentados solo pudieron recurrir a los viejos tópicos ¿que pasa si nos quedamos sin luz? ¿quien leerá a los grandes de la literatura ahora? ¡La lectura es cultura, no entretenimiento! o, ya fuera del congreso, «Sería una tragedia que la cultura acabe en puro entretenimiento». Y en esa parte me quiero parar… ¿Alguien sabe, realmente, lo que es la cultura?
Reproduzco aquí un párrafo de la wikipedia (si, se lo que me vais a decir… ):
Cuando el concepto surgió en Europa, entre los siglo XVIII y XIX, se refería a un proceso de cultivación o mejora, como en la agricultura u horticultura. En el siglo XIX, pasó primero a referirse al mejoramiento o refinamiento de lo individual, especialmente a través de la educación, y luego al logro de las aspiraciones o ideales nacionales. A mediados del siglo XIX, algunos científicos utilizaron el término «cultura» para referirse a la capacidad humana universal. […] Algunos etólogos han hablado de «cultura» para referirse a costumbres, actividades o comportamientos transmitidas de una generación a otra en grupos de animales por imitación consciente de dichos comportamientos.
Según la RAE:
1. f. cultivo.
2. f. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.
3. f. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.
Así pues… La cultura no es «leer muchos libros», ni «haber leído a los clásicos, los pensadores o los filósofos», ni siquiera dedicar mucho tiempo a actividades del pensamiento… Cultura es todo lo que hacemos en nuestro día a día y que nos conforma como personas. Si queremos leer un libro digital autopublicado de aventuras, eso entra en nuestro acerbo cultural, lo mismo que si leemos a Wittgenstein o si deleitamos nuestros oídos con Mozart o los destrozamos con Eminem. Quien quiera acaparar la cultura, o peor aún, denominarse como industria cultural, no podrá. La cultura, simplemente, es propiedad de las personas que conviven en sociedad y que, hoy por hoy, eligen lo mismo leer un libro digital que jugar al Candy Crush.
Así pues las industrias culturales no son más que industrias del entretenimiento que, en mayor o menor medida, escogen sus repertorios según sus gustos… Habrá quien apueste por un cierto «compromiso intelectual», quien apueste por vender lo que sabe que gustará al público o quien busque su nicho de fieles aunque sepa que tiene un mercado limitado. El caso es que editar por editar, perder dinero por creer que los lectores han de ser más inteligentes de lo que son, o por simple esnobismo, no da derecho a protección especial… No, la cultura no es solo lo elitista y minoritario, sino más bien al contrario, todas las grandes creaciones culturales lo han sido porque han conseguido llegar al alma de miles de personas, que han transformado su vida por lo que han leído, visto o escuchado. Quejarse de que ahora la gente ya no lee es fútil, hay que atraer las personas a la lectura, haciendo, si es necesario, el esfuerzo de transformar su forma de acceso incluso la misma física del libro para que vuelva a ser un objeto que capture la atención de las personas… Y que esas personas terminen encontrando el libro que quieren leer antes que echar otra partida con su móvil.
Por cierto, a la gente le gusta leer… Y le gusta leer en digital según el estudio de biblioeteca.