Aunque el símil no es mío (ver Las Big Macs contra el chef desnudo), si que es cierto que podemos comparar, de alguna manera, el mundo de la cocina y el del software. ¿Qué preferís para comer, un Big Mac o alguna especialidad de la cocina tradicional? Aunque sobre gustos no hay nada escrito, parece que por calidad y por resultado siempre se escogería la obra de un cocinero a la de Ronald McDonald.
Recientemente me he encontrado con un cliente que, increíblemente, me dijo que preferiría que le hubiese cocinado una hamburguesa en lugar de haberle hecho el exquisito plato que le presenté a la entrega del proyecto (hablando metafóricamente, claro). Dejadme que os cuente la historia completa: