Durante mi etapa de consultor-hombre orquesta en una gran multinacional, me pasé 7 años de mi vida dedicado a un producto de workflow, creado en base a las inversiones en I+D de la comisión europea y con muy pocas posibilidades de ser vendido en serio (al menos no teníamos la infraestructura para hacerlo). Durante este periodo aprendí un montón de workflow y descubrí la utilidad de este tipo de sistemas para organizaciones complejas.
Nuestro sistema no era, que dijeramos, sencillo. Estaba escrito en C++, basado en la Oracle y funcionaba exclusivamente en plataforma Sun. Para la época (hablamos de 1997) ésta era una plataforma avanzadísima y preparada para dar el mayor rendimiento (al mayor coste, eso si). Cuando me hice cargo del producto, conseguí hacerlo multiplataforma (linux primero y windows después, pasando por una versión para Alpha de digital). Contaba con la ventaja de que usamos compiladores GNU y que la mayor parte del código estaba bien escrita. Tabién conseguí que soportase otras bases de datos (sqlserver) y estuve a punto de que funcionase con postgresql, además le añadí la posibilidad de comunicarse remotamente mediante conectores y la posibilidad de un interfaz para móviles. El caso es que era una arquitectura basada en servidores corba, formularios web con javascript y herramientas clientes web y windows. En el año 2000 contabamos con un producto de workflow muy avanzado para la época. Pero no supimos venderlo
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