Via twitter, encuentro un curioso artículo titulado «El imbecil digital«. Después de una lectura rápida veo que me retrata bastante bien, así que como buen «Imbecil digital» he procedido a dejarle un comentario en el post que reproduzco aquí (porque soy un imbecil digital, claro)… Y para respetar el copyright lo he titulado: «El idiota analógico«…
Existen personas, que, como antiguamente el «heavy» de rancio abolengo, denigran cualquier novedad catalogándola de comercial y pretenden refugiarse en los antiguos reductos de la antigua normalidad. Es el idiota analógico que, además, acercándolo a un teclado se convierte en un troll con vocación.
El idiota analógico prefiere esnifar el papel de los libros acumulados por toneladas en las estanterías de los demás, o escondidos en rincones de su cubículo, donde nunca los abrirá. El idiota analógico se rie de todo aquel que encuentra con un movil o comprando por internet, esas cosas no son para él, es preferible hablar a gritos por las esquinas, burlarse de aquellos que usan tarjeta de crédito y buscar el acodado de la barra del bar para libar sus cervezas añejas.
El idiota analógico sabe en su fuero interno que esta impostura es perjudicial, pero se empeña en su actitud, como el heavy que solo se corta el pelo cuando ya no le queda otra, intentando convencer a otros que su idiotez es mucho mejor que la de los demás, y mientras los otros lo miran como un especimen del pasado, en extinción, intentan no contrariarle y le ríen las gracias, escondiendo sus móviles y diciendo que ellos pasan mucho tiempo en el campo… Pero es mentira.
El idiota analógico es un idiota digital sin medios, venido a menos y que terminará cayendo por los mismos sitios que dice detestar, pero lo hará a su modo, cuando quiera, y siempre, claro, menospreciando a los idiotas de enfrente….