Hoy es el último día del mes de noviembre y mi «disciplina» me obliga a escribir algo antes de que termine el mes (va a estar muuuuuuy al límite) y a la hora de ponerme a escribir tenía dos opciones:
- Contaros cómo funciona la blockchain de bitcoin, que es con lo que ahora mismo estoy más entretenido
- Dar una charla intrascendente sobre liderazgo, emprendimiento o estoicismo
- Hablar de lo que me está indignando ahora mismo…
Y voy a optar por la tercer opción… Y no es una indignación política, como otras veces, es una indignación como ser humano, como habitante del planeta que se horrorizó de la existencia del holocausto y que no cree que, generalmente, la gente tenga que ser cruel. Pero si se está cometiendo un genocidio se dice y ya.
Me pueden acusar de antisionista (si quieren), de antisemita (los lerdos que no saben distinguir) o de simpatizante de hamás (si eso les mola, pues adelante), pero las cifras no engañan. Miles de muertos, la inmensa mayoría civiles y la mitad de ellos niños, masacrados como venganza por un acto abyecto de terrorismo. Tengo judíos en las redes que no hacen más que hacerse pasar por víctimas y justificar que una vida Israelí equivale a varias cientos de vidas palestinas (con toda su pachorra) y no deseas más que baje otra vez Jesús a machacar a los filisteos en plan peli de acción…
¿Estoy justificando lo que hizo Hamás? No, nunca, de ninguna manera… El terrorismo es violencia y yo soy contrario a toda la violencia, venga del IRA, de ETA o de Trump… Lo que hay que entender es que este terrorismo es una consecuencia y no la causa de los desmanes Israelíes. Veamos un poco de historia:
En 1947 Palestina era un país como cualquier otro, con su territorio, su gobierno, sus buenos y malos, sus leyes, su gobierno, sus jueces y… sobre todo, su territorio. En ese año los sionistas decidieron tomar al asalto (o haciéndose los tontos, que para el caso) su tierra prometida… Y las potencias aliadas, bueno, quisieron compensar el holocausto de alguna manera. Una manada de inmigrantes de todas partes de Europa se asentaron sin pedir permiso (ni perdón) en tierras que no eran suyas y decidieron, por su cuenta, pasar de la ONU y de todo formando su propio estado. Los que antes eran propietarios del territorio pasaron a ser solo parte de un país conquistado. A los que vivían ahí desde hacía generaciones se les negó todo derecho fundamental y durante años fueron oprimidos por la nueva fuerza de ocupación cuyo único objetivo era echar a los impuros de su estado religioso (como Irán, pero con otra religión)… Y en estas llegamos a los planes actuales. A estas alturas, con la mitad de la franja de Gaza destruida, la población diezmada y desplazada, sin electriidad, agua ni forma de recibir ayuda lo único que tiene interés para el estado de Israel es repoblar Gaza con asentamientos Judíos… Lo que nos venden como una guerra no es más que una conquista más, un Putin anexionándose Ukrania sin que nadie diga ni mu…
No quiero hacer más referencia a las posturas de unos y otros en la política nacional porque la mayor parte me producen una verguenza profunda pero, ya que tenía que escribir algo, te lo vuelvo a decir: Cuando se está viendo cometer un genocidio, se dice y ya…