Tengo que confesarlo, mi yo inconsciente ha ganado la guerra a mi yo consciente y he caido en la tentación de comprarme un iPad, solo llevaba un año detrás de él, y solo su alto precio me había conseguido frenar hasta el momento. Sin embargo, unas ofertas en cierto centro comercial, me han abocado a adquirir este aparatito…
Como ya os comenté en otros posts, hace casi 16 meses que tengo un kindle2 y lo he usado muy asiduamente, casi diariamente, desde el día que me llegó a casa. La llegada del iPad a mi ecosistema electrónico ha trastocado mi confortable habito de lectura diaria y no de una manera positiva. Os voy a decir mis impresiones después de una semana con mi iPad, que quizá ayuden a los que estáis pensando en comprar alguno de los dos aparatos. La única comparación posible en este caso es para la lectura, ya que el kindle es solo eso, un lector electrónico, el resto solo lo mencionaré de pasada.
Diferencias
El iPad tiene una pantalla retroiluminada led de 9,7 pulgadas, brillante, muy brillante. Ideal para ver fotos, videos o cualquier otra cosa en colores vivos y espectacular, pero no es la más adecuada para leer de continuo. La vista no solo se cansa, tienes que buscar el sitio ideal para leer, esquivar las luces para que no te den brillos, estar medianamente iluminado para que no te ciegue la luz del aparato leyendo a oscuras y sin movimientos bruscos para que no se te gire la pantalla y te descoloque la lectura. Además, te pasas media vida limpiando las huellas que has dejado en tu preciosísima pantalla.
El kindle tiene una pantalla de tinta electrónica de 6 pulgadas, sin ningún tipo de iluminación y varios niveles de gris. Espartana hasta el infinito, pero infinitamente cómoda a la hora de leer. Necesitas luz, si, pero además la agradeces, no tiene brillos y permite leer en exteriores tan bien o más que un libro en papel.
El iPad pesa, no demasiado, pero pesa sus buenos 730 gramos, cuando llevas un rato con él en la mano te cansas. Pesa la mitad que el libro en tapa dura «un mundo sin fin» y el doble que la mayoría de los libros de bolsillo. Es complicado leer un rato largo sin apoyarlo en algo.
El kindle pesa 290 gramos (la versión nueva 240) y se hace muy cómodo llevarlo encima. Puedes leer mucho tiempo seguido sin notar cansancio y dado su escaso tamaño lo puedes guardar en cualquier sitio sin que estorbe.
El iPad tiene varios programas para leer libros electrónicos, la mayoría gratuitos. Yo he probado el ibooks de apple, el stanza, el bluefire reader y el kindle para ipad. Todos ellos cubren de sobra mis expectativas, soportan muchos formatos, e incluso son muy bonitos y elegantes en las transiciones de páginas, las notas y demás. Lo único malo es la forma de pasar libros al dispositivo. Requiere itunes y un ordenador con windows o mac… Algo que yo uso muy poco. Una cosa que molesta cuando estas leyendo es que tienes que sujetar con las dos manos el aparato para poder pasar de página.
El kindle tiene su lector integrado, con sus formatos limitados ( no incluye epub), aunque se pueden convertir a formato propio todo lo que queramos con el servicio gratuito de Amazon o con Calibre, que incluso detecta cuando el kindle está conectado y gestionar una biblioeteca unificada. Se puede leer con una sola mano y no hay que tocar la pantalla para pasar página. Espartano, pero sumamente cómodo.
El iPad tiene una batería que, oficialmente, dura 10 horas utilizando el wifi… En mi experiencia incluso solo leyendo no llega a esa cifra y todas las noches tengo que ponerlo a cargar.
La batería del kindle está hecha para durar casi un mes de uso intensivo. Mis pruebas, leyendo una media de 2 horas al día todas los días, confirman que nunca he tenido que recargar el aparato más de dos veces al mes. Es un acto que, de anecdótico, casi es irrelevante.
Esta semana he leído mucho menos (fuera de internet, claro) ya que llevar a cuestas mi iPad de un sitio a otro no me ha dejado ir con el kindle, (solo tengo dos manos) y mi tiempo preferido para leer, que es el camino entre mi casa y el trabajo, no puedo usarlo para leer por los reflejos y el peso del iPad. Y estoy preocupado. El iPad me ofrece hacer muchas más cosas que el kindle, pero para leer, es mucho mejor este último.
Conclusión: Para leer comprate un kindle, si deseas hacer muchísimas más cosas, ostentar la propiedad de un aparato chulísimo, pero leer mucho menos, comprate el iPad…
Evidentemente, si ya tienes un iPad no encontrarás ninguna razón para hacerte con un kindle… Pero te estás engañando. Si quieres leer en condiciones necesitas una pantalla de tinta electrónica, cualquiera que diga lo contrario es que no ha podido comparar en condiciones.