Esta, tengo que reconocerlo, es una entrada que tenía muchas ganas de escribir. Para mi es muy especial el poder construir cualquier cosa, y si esa cosa es útil, o aporta algo a quien la usa, pues mejor que mejor… El caso es que yo, como cualquiera nacido en los setenta, he tenido una infancia y juventud muy influenciada por los videojuegos arcade. Y dado que tenía un ordenador viejo por casa y que me entró la nostalgia de esos tiempos, me puse como tarea construirme una. Y este es el resultado:
Ahora bien, llegar hasta este resultado no ha sido fácil, ni rápido. Pero el esfuerzo creo que ha merecido la pena y, la verdad, toda esta actividad de constructor me ha entretenido un montón y me ha despejado la mente de muchos otros problemas….
Y al principio era el ordenador…
La idea que me rondaba por la cabeza cada vez con más insistencia y, revisando mi trastero, descubrí que tenía un ordenador que ya no usaba con una forma que me estaba llamando. El ordenador era este:
Un ordenador con su base y todo que había servido como kiosko de fotos y que tenía toda la placa detrás del monitor y la base era la fuente de alimentación… Tome unas cuantas medidas y me hice un plano mental, que luego convertí en cartón. Ah! y mientras tanto compré unos mandos arcade para ir notando el tacto del joystick.
Usando un poco de cartón que encontré por ahí e imprimiendo mis plantillas en hojas de papel terminé montando esto:
Aproveché entre recorte y recorte y me decidií a probar algunas distribuciones linux con mame para darle la vida a mi maquinita. Al final me decanté por Live MameCab, que tenía todo lo que podría desear y se manejaba todo con los mandos. Luego conseguí unos cuantos cientos de gigas en ROMS de mame y, bueno, todavía estoy eligiendo los juegos.
Después de mucho tiempo decidiendo si terminar o no la máquina, me puse manos a la obra y saqué un despiece (todo hecho con el inkscape, a mi el 3d no se me da demasiado bien) y me fui a pedir las maderas. Todo en MDF de 10mm, bastante barato y resistente. El problema es que en la tienda solo me hacían cortes en escuadra y con cierto tamaño mínimo, así que al final lo que obtuve fue esto:
Y me puse manos a la obra en mi terraza (perdón a los vecinos afectados) y con una sierra de calar que me costó 19 Euros (no se si será desechable, pero los huesos de mi mano terminaron por separarse de la carne del traqueteo). Obteniendo esto otro (se nota que no soy un experto):
Después de una sesión de lija interminable y de aumentar la contaminación en mi zona con un montón de serrín, empecé el montaje (nota para los que quieran escuchar, la pintura es más fácil darla antes del montaje), pero no podía esperar a verla montada:
A partir de ver mi caja ya con forma me puse creativo y diseñé (yo co mi gimp y mucho corta-pega) unos vinilos que encargué por internet y que quedaron así:
Pero claro, no podía pegar el vinilo sobre el MDF (es poroso), por lo que compré un poco de laca negra (me costó más cara que la madera) y le di un par de capas de pintura a todo el invento… La verdad es que queda la mar de bien la laca si se aplica de la manera correcta (no es el caso).
Una vez seco del todo, ya podíamos poner los vinilos, los mandos (y su glorioso cableado) y el resultado fue este:
Para llegar al resultado final (lo que hay en la primera foto) solo le faltaba un panel de metacrilato transparente para el frontal (y así poder poner más vinilos al rededor) y unas luces led para la marquesina, que, como van a 12 voltios las conecté directamente a la fuente de alimentación del ordenador y redirigir el botón de encendido del ordenador a otro más discreto (si, se ve en la foto del principio, pero hay que echarle imaginación, a ver quien la encuentra).
Y ahora a disfrutar… He instalado ya unos cuantos juegos y, la verdad, estoy empezando a jugar con mis hijos y recordando viejos tiempos. Una inversión perfecta.