Últimamente he escuchado en más de una ocasión el término «el sindrome de estocolmo» que hacía tiempo que no oía… Pero lo he visto en una serie en la tele y, además, lo estoy viendo en los comentarios en las redes sociales al hilo de la moción de censura… ¿Y eso como es? Te preguntarás, pues porque no hay otra explicación, los votantes del PP sufren el sindrome de estocolmo.
Veamos su definición:
síndrome de Estocolmo
Trastorno psicólogico temporal que aparece en la persona que ha sido secuestrada y que consiste en mostrarse comprensivo y benevolente con la conducta de los secuestradores e identificarse progresivamente con sus ideas, ya sea durante el secuestro o tras ser liberada.
¿Os suena a algo?
Pues a mi sí, es la única explicación que encuentro a que gente que considero normal, o incluso inteligente, se comporte como si desalojar a M. Rajoy de la presidencia abriese las puertas del infierno. Ellos, que han estado secuestrados por los ladrones, que les han robado la educación, la sanidad y hasta el buen juicio. Ellos, que han tragado con ruedas de molino, como los hilillos del prestige, con casos aislados, con las personas esas de que habla, o con la soberbia y la mala educación de ciertos representantes, ya sea políticos o de la escoria mediática que les acompaña. Ellos, que debían sentirse aliviados, que ahora podrán refundar el partido, si así lo desean, que podrán limpiar de corrupción y fascismo su partido desde sus bases, se muestran más que comprensivos y «cariñosos» con sus líderes… Solo puede ser porque estén presos del síndrome de Estocolmo… Si no no me lo explico.