SEUR o «EL CLIENTE NO IMPORTA»

Hace poco tuve un problema con dell que me hizo buscar un portatil en otra tienda, elegí esta vez una tienda nacional, pequeña y muy bien de precio para comprarme el portatil (ya os diré cual próximamente) y, una vez hecho el pedido y pagado por transferencia el proceso de envío se hizo muy rápido e informándome en todo momento del estado del mismo (no todos los que funcionan bien son Amazon). Me lo enviaban por SEUR 24h, era jueves, así que supuse que el viernes lo tendría.

Nosotros, como muchos otros, no trabajamos los viernes por la tarde (ni el resto de tardes cuando estamos, como ahora, en jornada intensiva), así que esperé por la mañana la llegada del mensajero (igual tenía suerte), pero no fue así. Revisé el estado del pedido a las 17:00 y seguía en reparto… Bueno, igual me paso por la oficina un rato y espero a ver si viene… Pero no, a las 17:11 ya veo que el repartidor se ha ido diciendo que no hay nadie en la oficina. Hasta aquí todo normal.

Llamo al número de teléfono de SEUR para ver qué opciones tengo (me gustaría tener el portatil en casa para configurarlo el fin de semana) y me dice que lo volverán a intentar entregar el lunes en la misma franja horaria. Un momento! ¿en la misma franja horaria? Le digo al operador que en esa franja horaria no va a haber nadie, que si lo pueden entregar por la mañana… y me responde: «Es que esa es la hora en la que el repartidor pasa por esa zona«. ¡Manda huevos! Eso quiere decir que sabiendo que no va a haber nadie aún así van a pasar porque les viene bien… Perdiendo tiempo y dinero y dejando a un cliente insatisfecho seguro. ¿No hay un poquito de sentido común entre los directivos de una empresa tan importante como SEUR?

Al final les digo que me lo dejen en el almacen que tienen en Alcorcón y que ya lo recogeré yo… Pero, claro, tampoco podrá ser el viernes (llamé 10 minutos después de que el repartidor se fuese de la oficina) ni el fin de semana, claro, será el lunes y a partir de que me avisen (que será, apostemos algo, seguro por la tarde).

En fin, que espero un montón que la startup de mi amigo Angel Batalla (lastmile) lleve un poco de cordura y sentido común al reparto de mercancías o tendremos, como yo, a un montón de clientes insatisfechos.