Steve Jobs nos ha dejado

Steve Jobs

Aunque era una noticia que se esperaba desde hace tiempo, cuando alguien se entera de que uno de sus ídolos ha muerto, le invade una sensación de perdida irreparable. Este es el caso de Steve Jobs, una personalidad que ha cambiado el mundo.

Al margen de todo lo que objetivamente ha hecho Jobs en sus 56 años para la tecnología, el entretenimiento y el mundo de los negocios, lo que a mi, personalmente, me impresiona de esta persona se puede resumir en estos puntos:

  • Pudo ser un bala perdida pero una maestra le recondujo de pequeño y le ayudó a buscar su camino. Un ejemplo para todos los que creen que no tienen arrglo
  • Creó de la nada una empresa, basándose en el conocimiento de su amigo Woz y en su determinación
  • Tuvo una visión del futuro y luchó para conseguir que esa visión fuese real, nada ni nadie pudo pararle
  • Cometió errores, fue despedido de la empresa que fundó por alguien que contrató el mismo, pero supo reaccionar, siguió su instinto y nunca dudó sobre su visión
  • Sufrió en lo personal, pero nunca uso su enfermedad como excusa ni como disculpa, al contrario, consiguió que la cercanía de la muerte reafirmara sus motivaciones
  • Nunca buscó solo el dinero, aunque lo consiguió a toneladas, siguió moviéndose cuando algunos se habrían retirado
  • Su visión nos ha traído más cerca a la tecnología y la ha hecho más agradable y fácil de usar

En palabras de gente que le conoció, no fue una persona fácil de tratar, a veces fue un déspota y a veces un auténtico dictador, aunque también sabía ser agradecido y detallista. Una personalidad, en suma, centrada en conseguir hacer realidad sus ideas y que nos ha aportado muchos ratos buenos con sus productos.

Descanse en paz.

Os dejo un video con el discurso que dio Jobs en Stanford, muy motivador:

IPad o Kindle… Leer o no leer, esa es la cuestión

Tengo que confesarlo, mi yo inconsciente ha ganado la guerra a mi yo consciente y he caido en la tentación de comprarme un iPad, solo llevaba un año detrás de él, y solo su alto precio me había conseguido frenar hasta el momento. Sin embargo, unas ofertas en cierto centro comercial, me han abocado a adquirir este aparatito…

Como ya os comenté en otros posts, hace casi 16 meses que tengo un kindle2 y lo he usado muy asiduamente, casi diariamente, desde el día que me llegó a casa. La llegada del iPad a mi ecosistema electrónico ha trastocado mi confortable habito de lectura diaria y no de una manera positiva. Os voy a decir mis impresiones después de una semana con mi iPad, que quizá ayuden a los que estáis pensando en comprar alguno de los dos aparatos. La única comparación posible en este caso es para la lectura, ya que el kindle es solo eso, un lector electrónico, el resto solo lo mencionaré de pasada.

Diferencias

El iPad tiene una pantalla retroiluminada led de 9,7 pulgadas, brillante, muy brillante. Ideal para ver fotos, videos o cualquier otra cosa en colores vivos y espectacular, pero no es la más adecuada para leer de continuo. La vista no solo se cansa, tienes que buscar el sitio ideal para leer, esquivar las luces para que no te den brillos, estar medianamente iluminado para que no te ciegue la luz del aparato leyendo a oscuras y sin movimientos bruscos para que no se te gire la pantalla y te descoloque la lectura. Además, te pasas media vida limpiando las huellas que has dejado en tu preciosísima pantalla.

El kindle tiene una pantalla de tinta electrónica de 6 pulgadas, sin ningún tipo de iluminación y varios niveles de gris. Espartana hasta el infinito, pero infinitamente cómoda a la hora de leer. Necesitas luz, si, pero además la agradeces, no tiene brillos y permite leer en exteriores tan bien o más que un libro en papel.

El iPad pesa, no demasiado, pero pesa sus buenos 730 gramos, cuando llevas un rato con él en la mano te cansas. Pesa la mitad que el libro en tapa dura «un mundo sin fin» y el doble que la mayoría de los libros de bolsillo. Es complicado leer un rato largo sin apoyarlo en algo.

El kindle pesa 290 gramos (la versión nueva 240) y se hace muy cómodo llevarlo encima. Puedes leer mucho tiempo seguido sin notar cansancio y dado su escaso tamaño lo puedes guardar en cualquier sitio sin que estorbe.

El iPad tiene varios programas para leer libros electrónicos, la mayoría gratuitos. Yo he probado el ibooks de apple, el stanza, el bluefire reader y el kindle para ipad. Todos ellos cubren de sobra mis expectativas, soportan muchos formatos, e incluso son muy bonitos y elegantes en las transiciones de páginas, las notas y demás. Lo único malo es la forma de pasar libros al dispositivo. Requiere itunes y un ordenador con windows o mac… Algo que yo uso muy poco. Una cosa que molesta cuando estas leyendo es que tienes que sujetar con las dos manos el aparato para poder pasar de página.

El kindle tiene su lector integrado, con sus formatos limitados ( no incluye epub), aunque se pueden convertir a formato propio todo lo que queramos con el servicio gratuito de Amazon o con Calibre, que incluso detecta cuando el kindle está conectado y gestionar una biblioeteca unificada. Se puede leer con una sola mano y no hay que tocar la pantalla para pasar página. Espartano, pero sumamente cómodo.

El iPad tiene una batería que, oficialmente, dura 10 horas utilizando el wifi… En mi experiencia incluso solo leyendo no llega a esa cifra y todas las noches tengo que ponerlo a cargar.

La batería del kindle está hecha para durar casi un mes de uso intensivo. Mis pruebas, leyendo una media de 2 horas al día todas los días, confirman que nunca he tenido que recargar el aparato más de dos veces al mes. Es un acto que, de anecdótico, casi es irrelevante.

Esta semana he leído mucho menos (fuera de internet, claro) ya que llevar a cuestas mi iPad de un sitio a otro no me ha dejado ir con el kindle, (solo tengo dos manos) y mi tiempo preferido para leer, que es el camino entre mi casa y el trabajo, no puedo usarlo para leer por los reflejos y el peso del iPad. Y estoy preocupado. El iPad me ofrece hacer muchas más cosas que el kindle, pero para leer, es mucho mejor este último.

Conclusión: Para leer comprate un kindle, si deseas hacer muchísimas más cosas, ostentar la propiedad de un aparato chulísimo, pero leer mucho menos, comprate el iPad…

Evidentemente, si ya tienes un iPad no encontrarás ninguna razón para hacerte con un kindle… Pero te estás engañando. Si quieres leer en condiciones necesitas una pantalla de tinta electrónica, cualquiera que diga lo contrario es que no ha podido comparar en condiciones.

Leyendo códigos de barras con el iPhone

Después de construir la aplicación que os comentaba en la entrada anterior, decidí dar un paso más y aplicar el móvil a algo que no se podría hacer por la web y que acercase un poco más los libros «físicos» a nuestro sistema. Decidí incluir un sistema que leyese los códigos de barra de los libros (que con el ISBN-13 ya es un código EAN válido) y buscarlos en biblioeteca. El resultado es la versión 1.5 de la aplicación, cuyas novedades podéis ver en este video:

Para el que le interese, he utilizado las maravillosas librerías Z-Bar para iphone, que son muy sencillas de utilizar y que tienen una potencia increible. Lo único malo (lease con una mueca graciosa en la cara) es que he tenido que cambiar mi iPhone 3G por un nuevo iPhone 4 para poder probar la funcionalidad… Y todavía estoy flipando con la pantalla retina.

La aplicación todavía puede mejorarse un poco, pero si quieres almacenar tu biblioteca de libros y mantener la lista en un sitio donde poder comentarlos, valorarlos y consultar tus notas, date de alta en www.biblioeteca.com y bájate la aplicación.

¿El año del libro electrónico?

Cuando llegamos a estas fechas, es inevitable verse asaltado por todo tipo de resúmenes del año pasado y predicciones para el año siguiente. En este caso una predicción que se ha dicho en la entrada «los editores españoles van a equivocarse con el ebook» es que «el 2010 es el año del libro electrónico».

El caso es que desde que tengo mi kindle, estoy seriamente interesado en la evolución de los libros electrónicos y quiero dejaros mis apuntes para el futuro. Puede que yo esté más o menos equivocado que las editoriales, pero solo el futuro puede darnos o quitarnos la razón.

En este post (atención es un poco largo) os voy a dar mi opinión personal sobre el tema.
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