Steve Jobs nos ha dejado

Steve Jobs

Aunque era una noticia que se esperaba desde hace tiempo, cuando alguien se entera de que uno de sus ídolos ha muerto, le invade una sensación de perdida irreparable. Este es el caso de Steve Jobs, una personalidad que ha cambiado el mundo.

Al margen de todo lo que objetivamente ha hecho Jobs en sus 56 años para la tecnología, el entretenimiento y el mundo de los negocios, lo que a mi, personalmente, me impresiona de esta persona se puede resumir en estos puntos:

  • Pudo ser un bala perdida pero una maestra le recondujo de pequeño y le ayudó a buscar su camino. Un ejemplo para todos los que creen que no tienen arrglo
  • Creó de la nada una empresa, basándose en el conocimiento de su amigo Woz y en su determinación
  • Tuvo una visión del futuro y luchó para conseguir que esa visión fuese real, nada ni nadie pudo pararle
  • Cometió errores, fue despedido de la empresa que fundó por alguien que contrató el mismo, pero supo reaccionar, siguió su instinto y nunca dudó sobre su visión
  • Sufrió en lo personal, pero nunca uso su enfermedad como excusa ni como disculpa, al contrario, consiguió que la cercanía de la muerte reafirmara sus motivaciones
  • Nunca buscó solo el dinero, aunque lo consiguió a toneladas, siguió moviéndose cuando algunos se habrían retirado
  • Su visión nos ha traído más cerca a la tecnología y la ha hecho más agradable y fácil de usar

En palabras de gente que le conoció, no fue una persona fácil de tratar, a veces fue un déspota y a veces un auténtico dictador, aunque también sabía ser agradecido y detallista. Una personalidad, en suma, centrada en conseguir hacer realidad sus ideas y que nos ha aportado muchos ratos buenos con sus productos.

Descanse en paz.

Os dejo un video con el discurso que dio Jobs en Stanford, muy motivador:

La visita del papa a las dos Españas

Esto no versa sobre tecnología, es pura opinión, pero es lo que he podido sacar en claro de mis discusiones en redes sociales estos días, por lo que no puedo evitar contarlo. Es, ya lo advierto, mi visión particular del asunto, si alguien tiene otra, la respeto, siempre que venga con argumentos.

El JMJ

Según su web oficial, La jornada Mundial de la Juventud «Es el gran encuentro global de jóvenes con el Papa que se celebra cada tres años en un lugar del mundo. En esta ocasión se celebrará en Madrid, del 16 al 21 de agosto de 2011.» Es decir, una convocatoria de la iglesia católica para juntar muchos jóvenes creyentes con el Papa. Según sus cifras oficiales, Se inscribieron 428.505 personas de muchos paises, principalmente España, Italia, francia, USA, Alemania, Brasil, etc (podéis consultar el mapa en su web). Los inscritos (llamados peregrinos por algunos) empezaron a llegar a Madrid el fin de semana del día 13 y empezaron a llenar todos los sitios adecuados para darles cobijo. Se han cedido colegios públicos para servir de alojamientos temporales, se han emitido bonos de transporte con un 80% de descuento para facilitar su desplazamiento, se emitieron visados gratuitos, se han desplazado efectivos de los cuerpos de seguridad del estado, protección civil y se ha dejado sin vacaciones a gran parte del samur para atender las necesidades y posibles problemas de esta gran masa humana, se les ha dejado entrar gratis en los museos y se ha declarado la actividad de interés especial, por lo que los patrocinadores tendrán deducciones de casi el 90% de lo que aporten a la fiesta.

En este enlace ¿Quien paga la JMJ? tenéis un desglose completo de todos los costes asociados al evento.

La manifestación Laica

Debido a que, siendo objetivos, si que hay un coste público en este evento, y dado que los tiempos de recortes y crisis profunda en los que vivimos no son muy dados a pasar por algo dispendios innecesarios, ciertos colectivos decidieron protestar por tales gastos y por la poca separación Iglesia-estado que se estaba demostrando con todas las facilidades y regalos que se hacían a la organización.

Los promotores de esta protesta, que exigían transparencia para las cuentas públicas con respecto a la JMJ y que contaba con todo tipo de organizaciones, desde católicos de base a ateos. durante la organización, se obtuvo la aprobación de la manifestación y su paso por sol. Más de 89 colectivos se unieron en la convocatoria y esperaban poder realizar la manifestación de una manera pacífica el 17 de agosto. De hecho, superaron las previsiones iniciales de 5000 personas y, según algunos organizadores, superaron las 20.000.

Los problemas

Como en toda manifestación callejera, siempre hay cosas buenas, malas e inaceptables. La organización no era demasiado buena, el itinerario fue cambiado por la delegación del gobierno y no estaba muy claro cual sería la definitiva, y había mucho «perroflauta» que reivindicaba cosas distintas a las referidas a la financiación pública de un evento privado. Pero al final, las noticias que llegaron de la manifestación no fueron nada buenas. Por un lado, se termino insultado a peregrinos que nada tenían que ver y por otro la policía cargo y aporreó a varios inocentes. Os pongo un par de vídeos de actuaciones malas (para que veáis ambos lados):

Insultos a los peregrinos (en un pasillito organizado por la policía de la peor manera posible):

Bofetadas de la policía a una joven y a un fotógrafo (sin suponer ningún peligro para nadie)

Aquí os dejo la crónica de una que estuvo en la manifestación:

Abuelo, ven aquí que te cuente

Las reacciones

Aunque hay pocas cosas que nos sorprendan ya de los medios de información españoles, las reacciones fueron las esperadas dependiendo del signo que tuviera cada periódico o la mala baba que gastase su director. De hecho, los medios más «papistas» tacharon la manifestación como anti-papa, cuando nadie en la organización había expresado ninguna oposición a la venida del papa, sino a los gastos públicos ocasionados por la misma. Convertían así una manifestación de protesta contra gastos excesivos en una manifestación contra el Papa o contra los católicos… Así, fomentando el odio. En concreto:

También hay algunos que sacan imágenes que no interesan a nadie, como los «peregrinos» de botellón:

En suma, que los medios de incomunicación estatal habían decidido que unos peligrosos ateos antipapa habían atacado a los pobrecitos turistas-peregrinos que pasaban por allí… Y luego, la gente que se había informado por internet tenía pruebas de abusos policiales contra la marcha laica. Dos posturas bastante difíciles de reconciliar.

Por suerte la policía no es tonta, y el SUP sacó un comunicado condenando acciones como la de las bofetadas gratuitas.

El sindrome de las dos Españas.

Lo que verdaderamente me preocupa no es si el papa ha venido, se han dejado unos pocos millones de euros por el camino o si los peregrinos ahora son más fans de España que antes. Lo que me preocupa es que haya hechos incontestables e inadmisibles para una sociedad democrática y civilizada como que las fuerzas de seguridad del estado se dediquen a aporrear periodistas indefensos o abofetear a jóvenes chillones pero inofensivos y que, en lugar de condenarlo, gente normal y corriente intente justificarlo como contrapunto a la ofensa de la manifestación laica.

Amigos de toda la vida y gente a la que respeto mucho se posicionaron en dos bandos, los creyentes y los infieles (por así llamarlos).

Los creyentes creían que todo lo que se hiciese para beneficiar al papa y los peregrinos debía ser respetado y no ser discutido, cualquier otra cosa sería inadmisible. Para este bando rezar de rodillas obstaculizando una manifestación laica era algo poco menos que piadoso y no suponía ninguna provocación, las tortas de las policías a los perroflautas seguro que estaban justificadas por alguna falta de respeto a los creyentes. Incluso se llegó a nombrar la quema de iglesias del 36 como atenuante y como justificación para tener controlados a los antipapa… La manifestación laica creían que era un ataque directo a sus creencias y una provocación a todos los católicos por más que se les hubiese informado de la finalidad de la misma, meramente económica.

Los infieles, creyeran o no en Dios también tenían su postura radical. La simple presencia de peregrinos en el camino de la manifestación era una provocación, el dispendio de dinero en la visita era un robo de la iglesia al resto del estado y la actitud de la policía era poco menos que fascista y ordenada por un estado controlado por la iglesia. También se llegó a nombrar a los represaliados republicanos, a la pederastia y a la falta de caridad cristiana de los que organizaban fastos cuando en Somalia se mueren de hambre.

Para mi, que prefiero no encuadrarme, los hechos violentos son todos injustificables y denunciar los mismos debería ser parte integrante de nuestra libertad democrática. Protestar por gastos excesivos en tiempos de recortes tampoco me parece mal, al igual que no me parece mal promocionar la ciudad de Madrid a unos jóvenes que igual algún día vuelven con dinero para gastarse. Lo que no puedo tolerar (además de la intolerancia, que diría un sofista) es la creación de bandos entre gente de buena voluntad con la simple excusa de si te han bautizado o no o de si acatas lo que dice la iglesia o lo que te dicta tu ética. La religión ha de ayudarnos a vivir en paz con nosotros y con los demás, no a dividirnos y enfrentarnos.

Ale.. Ya lo he dicho, ¡qué a gusto me he quedado!

SGAE, a todo cerdo…

El sábado pasado, asistí al excelente concierto de Joaquin Sabina en Gredos. Como telonero (o algo similar, uno nunca sabe) apareció Andrés Calamaro y la única vez que abrió la boca para dirigirse al público que había pagado la entrada y se había desplazado unos cuantos kilómetros para ver el espectáculo dijo algo tan tonto como: «Yo también soy autor: Bautista, estoy contigo».

Evidentemente esto no nos gustó a muchos de los que allí estábamos y se lo agradecimos con una sonora protesta. El Kalamardo no volvió a dirigirse a nosotros en todo el concierto más allá de las letras de sus canciones.

Esta introducción sirve, más que nada, para que se pueda ver la actitud que han tomado algunos beneficiarios de la SGAE y sus peores prácticas ante la evidencia de que la gestión de su presidente no ha sido todo lo honrada que debía. Calamaro ha mostrado su apoyo incondicional, incluso comparando la detención del capo con el 23F. Alejandro Sanz defiende a Bautista y llamó «cortitos, rabiosos y oportunistas» a todos los usuarios que estaban dejando posts contra la SGAE en twitter. La ministra de cultura no deja de apelar a la presunción de inocencia cuando, por contra, se elimina esa presunción con su famosa ley y se permite cerrar páginas sin que un juez entre a valorar si hay delito alguno.

El resto de reacciones, las consabidas. Los politicástros echándose los trastos los unos a los otros, los afectados, que no olvidemos al fin y al cabo que estamos hablando de un desvío de fondos que, en lugar de ir a los autores han ido a los bolsillos de otros amiguetes, ni ven, ni oyen ni dicen nada más que obviedades. También se ha apuntado algún que otro payaso a la fiesta, más que nada por ver si cae algo…

Parece que las evidencias que se tienen en contra de la SGAE y sus prácticas para desviar dinero son bastante sólidas como para que judicialmente el caso siga adelante. Lo que tenemos que pensar es cómo ha sido posible que una entidad que recauda un impuesto encubierto (el canon) y que reclama como suya la propiedad de toda la música tenga libertad, no solo para hacer y deshacer a su antojo en elecciones, repartos, recaudaciones sino que además, no pueda ser auditada por nadie (salvo sus auditores privados que nada pueden aportar en estos hechos).

Esperemos que estas detenciones propicien una refundación de la SGAE, una llamada de atención sobre el sistema de recaudación de la compensación por copia privada o, incluso, si hay suerte, sobre la influencia de los lobbies de la industria en el gobierno.

Y yo estaría gozoso si, por ende, alguien entra a discutir el concepto de «propiedad intelectual» y empezamos a eliminar privilegios innecesarios en nuestro mundo actual.

¿Quién mantiene la web de Movistar?

Hace como 14 años que soy cliente de movistar, casi el mismo tiempo en el que me he dedicado a hacer aplicaciones que, total o parcialmente, funcionaban en internet. He pasado por las épocas más crudas de las guerras de los navegadores, por los applets iniciales, por los activex peligrosos, por las vulnerabilidades flash, por la accesibilidad obligatoria, o por el advenimiento del AJAX. En todas estas etapas las webs han cambiado, las modas se han impuesto y, finalmente, el usuario ha decidido con qué navegador se sentía más cómodo y qué experiencia de usuario esperaba de una web. Nosotros, los proveedores, nos limitábamos a darle al cliente lo necesario para que pudiese acceder y utilizar nuestros servicios con comodidad y agilidad… Bueno, todos menos Movistar.

La web del canal cliente de movistar es un paso obligatorio para todo aquel que quiere tener acceso a su factura, consultar los puntos o intentar ver el consumo de su línea. Es normal que un proveedor de banda ancha tenga una web en la que poder acceder a estos servicios, es más, sería deseable que estos servicios fuesen de una calidad alta. Desconozco completamente quien se ha encargado de este servicio. No se si se trata de una empresa subcontratada o personal propio de la empresa, lo que si les puedo decir es que su web apesta.

En mi trabajo solo utilizo ubuntu para todo (es lo que tenemos en la oficina y estoy muy contento con ello). Además, dispongo de un Macbook con el que estoy muy satisfecho, un IPad y el peor ordenador de mi casa está dedicado a windows para emergencias y para resolver la papeleta si alguien se salta a la torera el respeto a los estándares… El caso es que necesito descargarme mis facturas y revisar mis consumos periódicamente y para ello tengo que acceder a esta web… Pero toda paciencia tiene un límite.

Antiguamente era normal ver webs que solo se podían utilizar con Internet Explorer ¡¡incluso con el infame IE6!! dado que los estándares no estaban demasiado desarrollados y la cantidad de usuarios que utilizaban otro tipo de navegadores o sistemas era muy reducido. Ese era el caso de la web de movistar que había que asumir como un mal transitorio hasta que lo arreglasen. Hace unos meses, sin embargo, anunciaron a bombo y platillo una renovación de la web, supuse que, dado que 2010 ya es un año bastante avanzado, que CSS y Javascript son estándares ampliamente adoptados, que IE6 ya ha desaparecido del soporte de windows, que Firefox y Chrome copan más del 50% de los navegadores en el mundo, todo hacía suponer que aprovecharían y actualizarían también el canal cliente para que la mayoría de sus usuarios pudiesen hacer uso del mismo.

Pero no, quizá movistar ha dado más importancia a que la home se vea bonita que a que los usuarios puedan usar sus servicios y en su página de accesibilidad nos indican que las páginas de canal cliente están optimizadas para Internet Explorer 5.5 y en adelante (¿¿!!¡¡??).

Tras intentar acceder infructuosamente a facturas y servicios varios desde firefox / chrome / safari desde mac / linux / ipad simplemente eché un vistazo al código y pude constatar que siguen usándo código javascript solo compatible con Internet Explorer. Usan windows.all y acceden a los elementos de la página de manera que solo los navegadores de Microsoft pueden entenderlo. Hay algunas funciones que si que han modificado para que desde cualquier navegador se pueda usar, pero la inmensa mayoría están hechas solo para IE… ¿Se darán cuenta ya que eso expulsa a más de la mitad de sus clientes? Además, en mi caso, me obliga a tener una máquina con windows para acceder a sus servicios, una cosa totalmente ridícula dado el estado actual de las tecnologías web.

Por eso, si algún responsable de la web de Movistar termina por casualidad leyendo esto, me ofrezo para informarle de todos los errores que tienen en sus páginas si es que por falta de medios no disponen de un mac o de un linux para poder probar… Si, simplemente, es algo que hacen a propósito, por favor, que lo digan para saber que nunca van a cambiar y poder optar a cualquier otro proveedor que tenga en cuenta a sus clientes a la hora de diseñar sus servicios internet.

IPad o Kindle… Leer o no leer, esa es la cuestión

Tengo que confesarlo, mi yo inconsciente ha ganado la guerra a mi yo consciente y he caido en la tentación de comprarme un iPad, solo llevaba un año detrás de él, y solo su alto precio me había conseguido frenar hasta el momento. Sin embargo, unas ofertas en cierto centro comercial, me han abocado a adquirir este aparatito…

Como ya os comenté en otros posts, hace casi 16 meses que tengo un kindle2 y lo he usado muy asiduamente, casi diariamente, desde el día que me llegó a casa. La llegada del iPad a mi ecosistema electrónico ha trastocado mi confortable habito de lectura diaria y no de una manera positiva. Os voy a decir mis impresiones después de una semana con mi iPad, que quizá ayuden a los que estáis pensando en comprar alguno de los dos aparatos. La única comparación posible en este caso es para la lectura, ya que el kindle es solo eso, un lector electrónico, el resto solo lo mencionaré de pasada.

Diferencias

El iPad tiene una pantalla retroiluminada led de 9,7 pulgadas, brillante, muy brillante. Ideal para ver fotos, videos o cualquier otra cosa en colores vivos y espectacular, pero no es la más adecuada para leer de continuo. La vista no solo se cansa, tienes que buscar el sitio ideal para leer, esquivar las luces para que no te den brillos, estar medianamente iluminado para que no te ciegue la luz del aparato leyendo a oscuras y sin movimientos bruscos para que no se te gire la pantalla y te descoloque la lectura. Además, te pasas media vida limpiando las huellas que has dejado en tu preciosísima pantalla.

El kindle tiene una pantalla de tinta electrónica de 6 pulgadas, sin ningún tipo de iluminación y varios niveles de gris. Espartana hasta el infinito, pero infinitamente cómoda a la hora de leer. Necesitas luz, si, pero además la agradeces, no tiene brillos y permite leer en exteriores tan bien o más que un libro en papel.

El iPad pesa, no demasiado, pero pesa sus buenos 730 gramos, cuando llevas un rato con él en la mano te cansas. Pesa la mitad que el libro en tapa dura «un mundo sin fin» y el doble que la mayoría de los libros de bolsillo. Es complicado leer un rato largo sin apoyarlo en algo.

El kindle pesa 290 gramos (la versión nueva 240) y se hace muy cómodo llevarlo encima. Puedes leer mucho tiempo seguido sin notar cansancio y dado su escaso tamaño lo puedes guardar en cualquier sitio sin que estorbe.

El iPad tiene varios programas para leer libros electrónicos, la mayoría gratuitos. Yo he probado el ibooks de apple, el stanza, el bluefire reader y el kindle para ipad. Todos ellos cubren de sobra mis expectativas, soportan muchos formatos, e incluso son muy bonitos y elegantes en las transiciones de páginas, las notas y demás. Lo único malo es la forma de pasar libros al dispositivo. Requiere itunes y un ordenador con windows o mac… Algo que yo uso muy poco. Una cosa que molesta cuando estas leyendo es que tienes que sujetar con las dos manos el aparato para poder pasar de página.

El kindle tiene su lector integrado, con sus formatos limitados ( no incluye epub), aunque se pueden convertir a formato propio todo lo que queramos con el servicio gratuito de Amazon o con Calibre, que incluso detecta cuando el kindle está conectado y gestionar una biblioeteca unificada. Se puede leer con una sola mano y no hay que tocar la pantalla para pasar página. Espartano, pero sumamente cómodo.

El iPad tiene una batería que, oficialmente, dura 10 horas utilizando el wifi… En mi experiencia incluso solo leyendo no llega a esa cifra y todas las noches tengo que ponerlo a cargar.

La batería del kindle está hecha para durar casi un mes de uso intensivo. Mis pruebas, leyendo una media de 2 horas al día todas los días, confirman que nunca he tenido que recargar el aparato más de dos veces al mes. Es un acto que, de anecdótico, casi es irrelevante.

Esta semana he leído mucho menos (fuera de internet, claro) ya que llevar a cuestas mi iPad de un sitio a otro no me ha dejado ir con el kindle, (solo tengo dos manos) y mi tiempo preferido para leer, que es el camino entre mi casa y el trabajo, no puedo usarlo para leer por los reflejos y el peso del iPad. Y estoy preocupado. El iPad me ofrece hacer muchas más cosas que el kindle, pero para leer, es mucho mejor este último.

Conclusión: Para leer comprate un kindle, si deseas hacer muchísimas más cosas, ostentar la propiedad de un aparato chulísimo, pero leer mucho menos, comprate el iPad…

Evidentemente, si ya tienes un iPad no encontrarás ninguna razón para hacerte con un kindle… Pero te estás engañando. Si quieres leer en condiciones necesitas una pantalla de tinta electrónica, cualquiera que diga lo contrario es que no ha podido comparar en condiciones.