Acerca de Jose Antonio

Yo soy el que manda aqui... ¿Que pasa?

¿El emprendedor nace o se hace?

Esta es una de las preguntas que se plantearon en uno de los talleres de la aceleradora en la que estamos con nomorepass, la verdad es que la respuesta no es única, sino que varía en función del emprendedor, había quien estaba allí obligado, quien tuvo un tardío despertar o quien, como yo, sentía la llamada desde pequeño.

Al principio me pareció una pregunta tonta, incluso trampa, para obtener una respuesta «políticamente correcta» sobre el equilibrio entre los genes y la educación, pero a mi me sirvió para darme cuenta que, realmente, ahora estoy haciendo lo que siempre había querido hacer. Recordé que mi heroe de pequeño era el tio Gilito, el tío rico de los sobrinos de Donald y cuyas aventuras yo seguía avidamente en mis tiempos mozos leyendo tebeos «Don Miki.

Quizá lo que me atrajo al principio fue el hecho de estar «forrado», pero recordando esta época lo que me atraía de este personaje no era el mucho o poco dinero que pudiese tener, ni sus problemas con los golfos apandadores, sino que todo lo que tenía lo había conseguido por sí mismo. Le costaba una enormidad gastar la más mínima cantidad de su inmensa fortuna y estaba siempre ocupado haciendo negocios, pero a mi me gustaba por que había ganado todo ese dinero por sus propios medios, siguiendo su pasión y siendo libre allí donde iba.

Si, quizá ese no era el personaje más popular de los de Disney, pero, oye, para mi lo era. No puedo releer las historias de mi infancia porque, como tantas otras cosas, desaparecieron de mi casa por arte de magia (o de limpieza, como diría mi madre).

Haciendo memoria, recuerdo que cuando me asaltó la fiebre por la informática, de la que todavía no me he librado, una de las primeras cosas «raras» que hice con mi CPC464 es crear un «banco» donde permitía a mis hermanas depositar su dinero y tener su propia cuenta bancaria… Creo que ya apuntaba maneras. También recuerdo que, al poco de cumplir los 18 años, impulsado por la misma fiebre emprendedora de mi ídolo de papel, creí necesario informarme de lo que se necesitaba para crear una empresa, todavía no sabía de qué, y mandé una consulta por correo a un organismo pùblico (no recuerdo cual) y de la que, para mi sorpresa, recibí respuesta en forma de un documento larguísimo con todas las opciones y trámites que tendría que realizar para crear una empresa… De hecho ya tenía hasta el nombre: «Illusion». Pero como no tenía modelo de negocio y los trámites eran largos, tediosos y costosos ahí terminó mi primera etapa de emprendedor en ciernes.

Aunque cada vez me fuí imbuyendo más y más del espíritu de la informática, nunca abandoné mis tendencias emprendedoras. Admiraba y admiro a los grandes de la informática tanto por su destreza técnica como por la forma en que pudieron crear algo grande (yo siempre digo que quiero ser Wozniak en vez de Jobs, pero también reconozco que Bill Gates creó algo de la nada e hizo más por popularizar los ordenadores que cualquier otra persona). La vida, sin embargo, nos obliga a seguir caminos predeterminados. En el 96, cuando salí de la facultad no se me pasaba por la cabeza montar nada por mi cuenta, y fueron las circunstancias las que me obligaron años más tarde a montar mi primera empresa. Soy el único emprendedor de mis amigos de facultad, y probablemente, sea el que menos dinero gana y más tiempo dedica a su trabajo pero, oye, sarna con gusto no pica.

En fin, este no es un post para recomendaros que seais emprendedores, quizá lo que quería recordar es que para ser emprendedor hay que tener una vocación muy especial. Que no todo el mundo está preparado para los sacrificios y el alto coste personal que vas a tener que afrontar ante tu familia y amigos. Que muchas veces vas a querer tirar la toalla, rendirte ante las circunstancias y entregarte a un empleo estable, con jefe despótico y recompensas poco habituales, donde no se te pague por opinar y la proactividad te la tengas que dejar en casa. Y, finalmente, que sin el apoyo de tu pareja o hijos vas a estar muy jodido, así que piénsatelo muy bien antes de emprender un camino que puede que no te lleve a ninguna parte y que hará que propios y extraños te miren mal. Lo mio ya no tiene remedio.

Registro de usuario express

Como usuario intensivo y extensivo de la web me encuentro que una de las cosas más anodinas y repetitivas que tengo que hacer cada vez que quiero probar una nueva web es el registro de usuario.

En el mejor de los casos solo se me pide un email y una contraseña, en el peor un formulario intrincado y complejo con recaptchas y verificaciones adicionales que hacen que, muy a mi pesar, desista de registrarme o, si no me queda más remedio, comience la experiencia con la nueva web un poco mosqueado.

Sin entrar en más teorías sobre interfaces de usuario, y basándome en mi propia experiencia, creo que lo único que debería pedírseme inicialmente para registrarme es el email (y/o el nombre de usuario si es que la web los usa). Del password no quiero ni saberlo (por eso uso nomorepass) y el resto de datos ya los rellenaré si me interesa la web en cuestión.

Así que, dado que es algo en lo que yo puedo aportar mi granito de arena como programador y fundador de NoMorePass, me puse manos a la obra y he creado una nueva versión del plugin nomorepass para wordpress que permite registrarse, recibir el password en el móvil y hacer login de una sola vez… ¿interesante?

Todavía no he subido a la tienda oficial el plugin, si lo quieres probar lo puedes descargar aquí, aunque va sin ninguna garantía, lo he probado bastante como para decir que no tiene demasiados errores. Eso sí, si quieres ver cómo funciona de verdad, solo tienes que registrarte en esta página (sigue este enlace)… Para poder registrarte tendrás que haberte instalado antes nomorepass (android o ios) y haber entrado en la app al menos una vez (para ponerle la contraseña maestra). Si ya la tienes instalada no hace falta que hagas nada más.

Escribe tu nombre de usuario deseado, tu email y haz click en el icono de nomorepass.. Usa el botón rojo de nomorepass para escanear el código y ¡voila! estás registrado y con la contraseña segura en nomorepass (y además has hecho login ya directamente)… Todo ello superseguro, protegido por la tecnología NoMorePass, ¿qué más se os ocurre que puedo poner?

 

Cataluña y los españoles

Estoy preocupado, llevo semanas intentando escribir algo técnico de lo mucho (y bueno) que estoy haciendo en varios proyectos, pero no me sale nada. Necesito escribir primero esta entrada para, al menos, liberarme de todos estos malos rollos en los que estamos metidos. Simplemente dejaré mi opinión, sois libres de daros por aludidos, ofenderos o pensar lo que queráis. Otra cosa no, pero seguimos – por el momento – teniendo libertad de expresión.

Lo que los medios de incomunicación han dado en llamar «el desafío soberanista» no es nada nuevo. Desde que tengo una cuenta de email (hablamos de 1988) una de las primeras cosas que se hacían en los grupos de news de usenet era discutir sobre las reivindicaciones catalanistas y, si cualquiera puede acceder al registro, mis opiniones ya en esa época eran las mismas que ahora: Cataluña está mejor dentro de España, reclamar la protección de la cultura y legado Catalán es muy loable, pero querer aportar menos dinero al fondo general es, simplemente, ser más insolidario. Ciertamente ningún sistema es perfecto, pero la idea de que formar un nuevo país sería más rentable, bueno, simplemente no la veo.

Mi opinión con respecto a la situación actual es simple, se han utilizado las banderas como meras excusas para tapar toda la mierda que acumulan ambos partidos en el poder. Gracias al izado de banderas, a las que la gente ha seguido como borregos manejados por su perro pastor, se ha dejado de hablar de los problemas reales que afectan a los ciudadanos. Gracias a que tu bandera tiene más barras que la mía puedes olvidarte del 3%, de los misales, de los viajes a Andorra y de los recortes de tu estado del bienestar y gracias a que tenemos que defender la unidad sagrada de nuestro territorio ya no nos importa que los jueces condenen en firme a los ladrones que nos han venido robando sistemáticamente durante décadas… Total, lo que nos va es la marcha, siempre que pueda insultar a alguien qué más da quien sea, cambiamos el político por el nacionalista y yastá…

Lo que de verdad me entristece no es la táctica del «divide y vencerás» más vieja que el hilo negro, o que el «buscar un enemigo común» les esté funcionando de maravilla, lo peor es que gente que tengo en alta consideración y que, me consta, son buenas personas todas ellas empiezan a comportarse como peligrosos ultras. No me importa exhibir banderas, no me importa opinar si existe o no el derecho a la autodeterminación, disfruto de una buena charla siempre que haya argumentos. Lo que empieza a tocarme las narices es entender la política haciendo que el que no opina como tu sea tu enemigo y «al enemigo ni agua», que no se intente buscar una solución sino una victoria, que no se atienda a razones sino que se busque la confrontación, la descalificación y la humillación.

Podemos echar la culpa a las «fake news», podemos decir que son los trolls de internet los que dirigen a las masas digitales, podemos decir que en persona no se dicen las mismas cosas, pero es que hay gente que ya empieza a emborracharse del ambiente de batalla y empieza a disparar contra todo lo que se mueve. Ya no importa el tema de la independencia, ya es simplemente la diferencia ideológica la que te pone en el punto de mira. Si opinas distinto, si no condenas, empujas o insultas como ellos eres del enemigo o, peor, eres un tibio equidistante que mereces la peor de las suertes, porque quedarás mal con cualquiera de los dos bandos… Y digo yo, ¿Qué carajo de bandos? ¿porqué nos empeñamos en continuar dividiendo cuando debíamos multiplicar?

Por favor, por favor, seamos un poco sensatos… Aquel al que estás insultando por el número de barras de su bandera puede ser alguien con quien te tengas que tomar un café y comentar el último partido de liga… ¡Un poquito de porfavor!

Errores de gestión… Las empresas de becarios

Uno no deja nunca de aprender, sea de informática o sea de gestión, en este caso me toca hablar de una tendencia que se afianza día a día en las empresas de informática y de la que he tenido un ejemplo flagrante hace muy poco. La lección de hoy, queridos lectores, es que, nunca, nunca, nunca, hay que dejar que tu empresa sea solo un conjunto de becarios.

¿Son malos los becarios? Claro que no, seguro que en poco tiempo se convierten en unos excelentes profesionales. Con la guía adecuada, y aprendiendo de los profesionales de verdad, todos aprendemos y nos convertimos en profesionales, con poca experiencia, pero profesionales. Entonces, ¿porqué me quejo? Veamos el ejemplo.

Una startup de la que prefiero no acordarme, comenzó su andadura en un nicho de mercado en el que partía con ventaja. Sus socios eran lo mejor de lo mejor en sus áreas de experiencia. Unos provenientes de la parte académica, pero con experiencia en proyectos de investigación, otros con experiencia en el desarrollo de software a nivel profesional y un gestor que creía que sabía de todo que encontró el dinero y los inversores necesarios.

Como toda startup su obligación es focalizarse en su proyecto principal y quemar dinero hasta que consigue sacar al mercado su idea o se queda sin dinero. No obstante, por errores que no vienen al caso, la idea principal se marchitó y se lanzaron a intentar crear productos en mercados cada vez más abarrotados, donde no contaban con las ventajas anteriores y con el dinero ya mermado. En esas los socios más interesantes y menos comprometidos fueron abandonando el barco, o bien se vieron obligados a abandonar al no tener expectativas de obtener un salario digno (digo digno, no a la altura de sus méritos, que eso siempre es mucho más, pero, oye, estamos en una startup). Estas personas son reemplazadas por becarios de manera que, al final, solo queda un socio con conocimiento y experiencia y el resto que se limita a aprender lo mejor que puede intentando no romper demasiado.

Y el error principal viene cuando el gestor, en su afán por prolongar una agonía innecesaria, decide sustituir a este socio «excesivamente caro» por otras personas de un nivel muy inferior, sin capacidad de trabajo ni compromiso con la empresa pero obedientes y baratitos… El resultado, el de siempre, una mierda.

¿Puede una empresa sin conocimiento práctico, sin experiencia, sin foco y sin socios comprometidos trabajando en la misma triunfar? ¿puede acaso sobrevivir? A los ojos de quien solo mira números y no valora el trabajo real de ninguna manera es la consecuencia evidente, pongo dos por el precio de uno y gano en el cambio… ¿Ganar qué? Duplicas el numero de problemas, dilapidas el poco conocimiento que tenías y llevas a cero la confianza de los inversores en una empresa que se puede montar con cualquiera que pase por allí y que no premia ni valora experiencia ni conocimiento… En fin…

Exportar passwords en chrome y firefox

Ahora que ya tenemos la conciencia de que guardar los passwords en nuestros navegadores es algo sumamente inseguro y que solo debemos hacer en contadas ocasiones y en ordenadores que jamás nunca dejemos a nadie, es posible que nos interese ver la manera de recuperar todos esos passwords que hemos dejado olvidados en nuestros navegadores y así poder borrarlos con seguridad. Es un procedimiento sumamente sencillo, pero el resultado es un archivo donde se pueden ver en claro todas las claves que has usado, así que es mejor que lo destruyas cuanto antes.

Vamos al lío:

Sacar las claves de Chrome

  1. Ejecuta chrome y en la barra de direcciones escribe chrome://flags o about://flags dependiendo de la versión (la que te funcione).
  2. Busca en la ventana que te aparece (ctrl+f) «importar y exportar contraseñas» y cambia su estado a «Habilitada»
  3. Reinicia el navegador
  4. Navega a la configuración (menú configuración) y dentro de esta página pincha en «Mostrar configuración avanzada«, baja un poco y pincha en «Administrar contraseñas«.
  5. Aparecerán dos botones que antes no estaba ahí «Importar» y «Exportar«
  6. Pincha «Exportar» para descargarte todas tus claves. Dependiendo del sistema operativo es posible que te pida autorización (entrar la cuenta de windows, por ejemplo).
  7. Se mostrará un selector de archivos, elige el directorio y el nombre que deseas darle al archivo. Se generará un archivo texto en formato csv con los siguientes campos:
    • Nombre: nombre del wesite
    • URL: dirección del website donde se introdujo la contraseña
    • Usuario: nombre de usuario
    • Password: password del usuario
  8. El botón «Importar» hace lo contrario, así que puedes pasar contraseñas de otro sitio a chrome usando este método.

Sacar las claves de Firefox

Para extraer las claves de firefox utilizaremos una extensión, que podemos encontrar aquí: Password Exporter. Una vez instalado seguiremos estos pasos:

  1. Ve a Preferencias->Seguridad, verás que aparece una nueva opción Importar/Exportar contraseñas
  2. Pincha en el botón, te aparecerá la pantalla para que selecciones si quieres encriptar o no las claves (si las encriptas solo podrás importarlas en otro firefox)
  3. Después de un par de pantallas de advertencia se nos pedirá que seleccionemos un archivo. Para maximizar compatibilidad yo suelo usar el formato csv que finalmente se grabará con los siguientes datos:
    • Hostname: nombre del wesite
    • Username: nombre de usuario
    • Password: password del usuario
    • formSubmitURL: dirección del website donde se introdujo la contraseña
    • httpRealm: en autenticación basica de http pone el nombre del dominio.
    • usernameField: nombre del campo donde se pone el usuario
    • passwordField: nombre del campo donde se pone el password
  4. Para importar habría que hacer el camino inverso

Por desgracia los formatos no son intercambiables, por lo que tendrás que modificarlos a mano si quieres pasar passwords de firefox a chrome o viceversa.

¡Advertencia! : una vez usados estos archivos para lo que queramos es muy recomendable destruirlos, ya que así evitamos problemas de filtraciones.