Kindle contra IPad

Hoy os traigo otro video (a este paso os voy a empachar), pero es que estoy un poco cansado de que la gente que tiene un iPad me diga que mi kindle no vale para nada…

Y yo les digo… Mi kindle sirve para leer, en cualquier sitio, sin cansar la vista y sin necesidad de tener un exceso de cuidado con su pantalla…

Y es más barato.

Libranda… y Hitler

No he podido por menos que desternillarme de risa viendo este vídeo subtitulado tan magistralmente.

Mi opinión sobre libranda sigue sin cambiar, la podéis ver en esta entrada, pero mejor dejemos que la dramatización hable por si misma:

Hitler se entera del fiasco de Libranda from jcantero on Vimeo.

Limpiaos luego las lágrimas del teclado…

Nueva actualización para el Kindle (2.5)

Ayer encontré en mi correo un mensaje de Amazon indicándome que tenía disponible una nueva versión del firmware para mi Kindle 2.

Dado que no tenía cobertura en el pueblo, me he esperado hasta hoy para hacer la actualización a la versión 2.5.2 que incluye, según Amazon las siguientes mejoras:

  • Colecciones: Organizar los libros, audiolibros y documentos personales en una o más de una colección. Las suscripciones se podrán añadir a colecciones en kindle.
  • PDF Pan y Zoom: Zoom en los PDFs y movimiento al rededor para ver pequeños detalles en tablas o gráficas.
  • Proteccion por password: Permite poner un password para cuando no se usa el kindle.
  • Más fuentes y claridad mejorada: Dos fuentes más grandes y más definidas para una lectura más conformtable.
  • Post a Twitter y Facebook: Comparte pasajes de libros con amigos en facebook y twitter diréctamente desde el kindle.
  • Pasajes populares: Mira cuales son los pasajes más importantes para la comunidad kindle en los libros que estás leyendo.

Lo primero que hice, justo después de actualizar el aparato (una delicia, ya podría ser así la actualización del iPhone), fue ligar mis cuentas de twitter y facebook a mi kindle (así veremos en los próximos días cómo funciona). La verdad es que es bastante sencillo, simplemente en settings -> manage your social networks. Esto nos abre un navegar (si, esa funcionalidad que nos negaba Amazon a los clientes extranjeros) y nos permite hacer login en las dos redes. Por cierto, y sin que sirva de precedente, si entrais por esa opción podreis usar el navegador libremente (todavía no se si me cobrarán por el tráfico wispernet), pero me permitió navegar a www.biblioeteca.com pasando antes por una búsqueda en google… Y eso me permite saber que el user-agent del kindle es:

Mozilla/4.0 (compatible; Linux 2.6.22) NetFront/3.4 Kindle/2.5 (screen 600x800; rotate)
y que es incapaz de ejecutar casi todo el javascript en modo básico (se activa si cambiamos a modo avanzado)… Además de descubrir que la IP desde la que accede es: kindle-user.whispernet.com.

Hasta que no vea si Amazon me cobra algo más, creo que no voy a hacer más experimentos… Pero siempre es agradable ver que eso del navegador en el kindle no era un mito. Es más, después me di cuenta que en Experimental -> Basic Web Browser se podía acceder tranquilamente al navegador…

Tras crear un par de colecciones (para separar la literatura de los libros técnicos) y ver que, por fin, parece que eso de las carpetas para organizar iconos ha llegado a dos de mis dispositivos (en el iPhone no apareció hasta el iOS 4) y comprobar el movimiento de zoom del PDF: básicamente elijes un % de aumento y se te muestra un recuadro para que selecciones una zona, nada muy práctico para leer, pero si para ver algún detallito que se te queda corto en la vista por defecto y decidir que no quiero proteger por password mi kindle (no es muy agradable andar tecleando cada vez que salta el protector de pantalla) me pongo a ver la parte social que es lo que me tiene intrigado.

Elijo un libro cualquiera (el de Enrique Dans: Todo va a cambiar«), activo el 3G (si, es que si lo dejo todo el tiempo activado me quedo sin batería muy pronto) y selecciono una sección del texto… Pulso ALT+enter (que es lo que dice tengo que hacer para compartirlo), me pide meter un mesaje para acompañar el enlace y veo aparecer en twitter esto:

y en facebook esto:

Highlight en kindle

En enlace, en ambos casos, nos lleva a una url de Amazon, donde se muestra completa la cita que he marcado en el libro y el origen de la misma (en mi caso Personal Document ya que no venden ese libro para Kindle…).

Por el momento no he visto una mayor funcionalidad en esto, pero con el uso supongo que podremos poner citas desde los libros que estamos leyendo en la playa en nuestras redes sociales y así dar un poco más de cultura (y envidia) a nuestros contactos.

En resumen, una actualización muy recomendable y una razón más para comprarse el kindle si todavía no lo tienes…

El olor a rancio de los libros en papel

papel

Hace poco, he estado comentando en Facebook mi experiencia con los libros electrónicos. La verdad es que desde que me compré el kindle estoy encantado con él. He probado otros modelos, como el papyre o el iJoy y, la verdad, son inferiores, aunque la experiencia básica de lectura es la misma. También he probado con el iPad y, lo siento, pero no es una máquina hecha para leer libros durante un tiempo largo.

Mis conclusiones generales sobre los lectores electrónicos (ebook readers) en general son muy buenas, nos encontramos ante una tecnología y unos dispositivos que, por primera vez, hacen innecesario el uso de tinta y papel para poder leer cómodamente nuestro libro favorito. Nada que ver con las pantallas de ordenador o los tablets retroiluminados. Nada de cansancio visual ni de recibir más luz de la necesaria. Aunque el análisis de la tecnología e-ink es muy interesante (y quizá escriba una entrada cuando tenga un rato), vamos a dejar de momento ésto para centrarnos en el tema… ¿Qué opinan los usuarios lectores de libros de estos dispositivos?

Ante la pregunta ¿qué opináis de los libros electrónicos? en facebook, mi sorpresa fue mayúscula cuando vi que una gran parte de la gente del grupo (supuestos aficionados a la lectura) decían que preferían «el olor de las páginas y el tacto del papel cuando pasaban las páginas»…

Ante esta afirmación me quedan varias hipótesis que formular, que expreso aquí en orden de más a menos probable:

  1. Nunca han tenido un lector de libros electrónicos en la mano y simplemente repiten un mantra aprendido para evitar tener que reconocerlo.
  2. Realmente sienten lo que dicen y son del tipo de gente que ordena los libros por el color de la tapa y el grosor del lomo… Es decir, el contenido es lo de menos.
  3. Son fetichistas inconfesos que necesitan disfrutar del olfato y el tacto a la vez que leen una historia para poder sentir que realmente están leyendo.

Francamente, el formato libro está en nuestra civilización porque es lo más adecuado que se ha podido reproducir con la técnica existente, pero realmente ha cambiado muy poco la tecnología utilizada desde 1449 (hace más de 550 años) hasta nuestros días. El papel tiene muchos inconvenientes, entre los que destaco los siguientes (por el simple hecho de que están superados con la tecnología actual de los lectores digitales):

  • Pesan y ocupan mucho.
  • Es muy incomodo buscar dentro de sus contenidos.
  • Es muy difícil almacenar y organizar libros de manera eficiente.
  • Tinta y papel se deterioran con el tiempo y con factores externos.
  • Es complicado de transportar

Obviamente también aporta ventajas, como que no requiere energía ni ningún dispositivo para poder leerlo, pero si por eso fuera tendríamos todos nuestros documentos cincelados en acero, que es mucho más durable.

Francamente, creo que la actitud ante los lectores de libros electrónicos parte de un desconocimiento, o un miedo, profundo ante las nuevas tecnologías y el sentimiento de perder algún tipo de ritual asociado a la lectura por parte de gente que, realmente, no aprecia ni valora el contenido de lo que lee. Para mi, lo importante de los libros no está en su soporte, ni en su tapa, ni en su olor, sino en su contenido. No puedo imaginarme a Ken Follet pensando en la forma que tendría su libro mientras describía los personajes de los pilares de la tierra, o imaginando a sus lectores recibiendo el perfume del papel para entender la historia.

Para mi es un insulto a los autores y a los creadores de contenidos el ligar el disfrute de las historias maravillosas que nos regalan a un soporte concreto. De hecho, al igual que el teatro surgió para poder visualizar mejor las historias de los libros y acercarlo a más gente, el cine expandió esta experiencia a muchos millones de personas más y la televisión terminó por llegar a todo el mundo. Estas expresiones no son más que distintos soportes para contar las mismas historias y ligar estos contenidos a unos soportes concretos me parece, cuando menos, poco inteligente.

Ante el miedo de que la tecnología desvirtúe la literatura, no me queda más que echar la vista atrás y ver cómo este miedo ha estado presente durante cada avance tecnológico y cada vez se ha demostrado que son las historias las que perviven y los medios de transmisión son, meramente eso, transmisores. ¿acabó la radio con la tradición de contar cuentos de manera oral? ¿terminó el cine con el teatro? ¿la televisión hizo desaparecer al cine? ¿el video acabó con la televisión? ¿internet terminó con todo lo anterior? El mensaje y los contenidos permanecen, lo único que cambia es la capacidad de llegar a más gente y eliminar el rancio olor a papel de la ecuación.

Libranda, otra oportunidad perdida

Como habréis podido escuchar por todos los medios de comunicación, se ha anunciado a bombo y platillo el lanzamiento de la plataforma libranda, prevista para el 15 de julio. Para los que no lo sabeis, este engendro es el resultado de la unión de las muchi-millonarias editoriales del ramo como respuesta a la aparición y advenimiento de los lectores de libros digitales.

Libranda propone un negocio en el que no van a vender a los clientes finales, van a intermediar, como mayoristas a distribuidores (libreros) que serán los que finalmente vendan su producto al cliente final. No está muy claro todavía la forma de funcionar de la plataforma, por el momento lo que se ha sabido es que hay ocho tiendas digitales interesadas en nutrirse del catálogo de la plataforma y que piensan salir con el esratosfétrico número de 2000 títulos. Según la directora de la plataforma afirma en abc «La plataforma quiere respetar la cadena de valor del libro, y el ecosistema de las librerías. Todos los elementos de la cadena tienen su valor». Objetivo muy loable sino fuese porque no tiene ningún sentido.

Vamos a ver, el negocio de los libros es muy sencillo, alguien escribe algo y alguien lo compra… Los intermediarios, actualmente, son necesarios para imprimir, distribuir, promocionar y financiar al autor. Pero el negocio sigue siendo el mismo, los autores y los lectores. ¿Por qué esta plataforma los ignora completamente? ¿por qué en lugar de servir como almacén de mayorista no hace de distribuidor global? ¿por qué nos propone unos precios un 20% más baratos que en papel cuando piensa ofrecer a los autores el mismo porcentaje que en papel y reduce hasta el infinito el coste de distribución? Y lo que es peor. ¿Por qué incluye DRM de un distribuidor concreto – como Adobe – que es un gasto más en el proceso?

Los responsables de las editoriales españolas han demostrado un desconocimiento completo de Internet, de sus clientes e incluso de los autores a los que «representan». Cuando ambos, lectores y escritores, se den cuenta que el camino más corto no pasa por las editoriales, sus plataformas improvisadas y sus cadenas de valor innecesarias, en ese momento verán que hay más opciones en internet que las que las editoriales proponen. De hecho, y esto es una opinión personal, libranda parece más un simple aviso de que las editoriales «saben» que el libro electrónico existe y una manera de obligar a sus autores a ampliar unos contratos abusivos para incluir los derechos digitales (cosa que ahora no pueden hacer porque no venden fondos digitalizados).

¡Autores de España (y del mundo entero) no firméis nada todavía! Libranda no existe, y cuando exista (como una implementación barata de Adobe ACS 4) no aportará valor a nada, ni lector, ni librero, ni escritor. Al lector le molestará con el DRM, le hará pagar por costes que no existen y le alejará, una vez más del autor al que, por otro lado, pretenden explotar más y más creando un monopolio de facto para la distribución de sus obras. Los pobres libreros, en lugar de disponer de una vía de valor añadido que podría darse de muchas maneras, se encuentran con una dependencia tecnológica y unos costes adicionales que no podrán asumir.

Espero ansioso al día 15 de Julio para ver qué nos trae libranda (si se da el improbable caso de que arranque en esa fecha, que lo dudo). Por el momento es vaporware estratégico para marcar las cartas del juego antes de empezar la partida.