Utilizando el DNIe desde ubuntu

Hace ni se sabe que tengo un lector de DNI electrónico, bueno, si lo se, me lo regalaron por asistir a un FICOD cuando eso todavía significaba algo… El lector es el que podéis ver en la imagen y, obviamente, bajo todos esos logotipos debería haber algo que funcionase, ¿no?

DNIeY la oportunidad para usarlo me vino por un despiste, vamos, lo normal… Dejé que caducase mi certificado de la FNMT, una pena, llevaba con él como 15 años y no lo había dejado caducar nunca, y me sirvió fielmente para todas mis gestiones desde el primer día… Pero en estos tiempos uno tiene la cabez donde no debe y se olvida de cosas como estas. En cualquier caso, y dado que salir a la delegación de hacienda para identificarme me parecía muy del siglo pasado, me busqué la forma de hacerlo totalmente por internet. Y, por increible que parezca, esa forma existe, se puede solicitar un certificado de la FNMT utilizando el DNI electrónico, ¿fácil no?

Pues no… En la página de la FNMT nos explican con todo lujo de detalles cómo configurar los navegadores y las limitaciones que tenía el proceso (en principio solo soportaban Internet Explorer con Windows XP y Firefox – con versiones inferiores a la 33 – en el resto). Bueno, todo es intentarlo.

Lo primero es hacer que funcione el DNIe en mi Ubuntu 14.04, dado que hay una guía fantástica guia ubuntu al respecto y mi lector estaba soportado, pues nada, simplemente la seguí al pié de la letra y, aparentemente, funcionó. Desde firefox (la versión que descargué ad-hoc para el proceso) se reconocía el dispositivo de seguridad y pedía el pin para ver los certificados… Vamos bien.

Lo siguiente no fué tan bien… El proceso de solicitud del certificado se paraba diciendo que «su navegador no ha generado una firma válida». Round 1 para FNMT.

Bueno, no pasa nada, lo intentaremos en MAC… Nada que hacer, ni siquiera consigo que me reconozca la tarjete. Round 2 también para FNMT.

Da igual, probamos en una máquina virtual con Windows 7, seguro que hay un procedimiento sencillo… Instalo los drivers y todos los exe que me aparecen en la sección de descargas y… Nada, Firefox no reconoce la tarjeta y Explorer (si, la desesperación nos puede) si que la reconoce pero da un error detrás de otro (ni siquiera llego al error que me sale en Ubuntu).

Llegados a este punto me pregunto, ¿alguien ha conseguido ejecutar este procedimiento alguna vez? y lo dejo pasar hasta hoy… Donde decido que ya es suficiente y que tengo que conseguirlo… Me pongo serio, me remango y me siento ante mi Ubunto 14.04, reviso que el DNI se lee correctamente y después de mucho trastear me encuentro con que el problema por el que no se genera la firma adecuada no es de los certificados de la FNMT, sino de la tarjeta, en concreto de este:

Captura de pantalla de 2014-12-05 22:50:22Que solo salió por casualidad cuando estaba repasando TODOS los certificados de autoridades que tenía en el Firefox (y son cientos), el caso es que este certificado hay que permitir que firme también editando la confianza:

Captura de pantalla de 2014-12-05 22:51:59Después de esto ya pasabamos del paso de generar la firma, peeeeeero nos quedaba otro error que nos saltaba justo después de ese paso y es que nos daba un error así:

Un módulo PKCS #11 ha devuelto CKR_GENERAL_ERROR, indicando que ha sucedido un error no recuperable.

(Código de error: sec_error_pkcs11_general_error)

Y esto no pintaba bien… Por suerte google salió al rescate y encontré este hilo en cenatic que hablaba del problema. La solución fue buscar la librería libpcsclite.so.1 y poner la ruta completa en el archivo /etc/opensc/opensc.conf en la línea:

provider_library = /lib/x86_64-linux-gnu/libpcsclite.so.1

Con eso y un poquitín más de tiempo ¡Lo conseguí! pude por fin solicitar mi certificado (y ya lo tengo de hecho)… Lo que no se es lo que hará la gente con windows.

Baja de orange: Misión imposible

orange_logo-thHay ejercicios en la vida que alguien no debería afrontar, por su dificultad y por el poco beneficio que se obtiene de ello, como intentar abrazar a un león, robarle la gorra a un policía, intentar seducir a Kim Kardashian o darse de baja del adsl de orange. Todas son misiones casi imposibles y muy, muy ingratas.

El caso es que en mi casa soy cliente de Orange desde que era wanadoo, allá por el 2005, nueve años de fidelidad y de pocos problemas, pero el caso es que dado que no me pueden ofrecer más ancho de banda contraté la fibra de ono (aunque con sus problemillas que ya contaré) y ahora me quedaba lo «más sencillo» que es dar de baja el servicio de ADSL de orange que, por el momento sigue instalado aunque ahora el teléfono me venga con la fibra debido a que tengo splitter. He ido posponiendo lo de la baja porque me gustaba saber que tenía una línea de backup, pero ahora ya no es económicamente viable, por lo que me decidí a solicitar la baja.

Primer intento: 1470 me sale una señorita que me indica que debo llamar al 900901332, llamo a ese teléfono y una tal Diana me indica que al tenerlo a nombre de mi empresa me pasará con otro operador, me pasa y éste me indica que debo llamar al 900901217 donde una señorita de nombre Laura me indica que me va a pasar con Jon que, a su vez, me indica que me va a pasar con el departamento de gestiones especiales y que espere. 20 minutos después Jon me dice que están todos ocupados, que llame más tarde… ¡Leche! menuda operadora de telecomunicaciones que no puede comunicar con sus clientes.

Segundo intento, vuelvo a llamar al 1470 donde me aparece Gloria que me vuelve a indicar que llame al 900901217 donde, ¡por fin! me atiende Lucas que, por su voz de vendedor de seguros, ya podía augurar que ¡claro que sí campeón! me la iba a intentar colar. Muy amable él intenta venderme opciones, le indico que no, que solo quiero cancelar la línea y que aunque sepa que les da mucha pena que me vaya, no hay móviles ni nuevas líneas que les vaya a contratar… ¡Que solo quiero dar de baja una línea! Después de otros 20 minutos entre espera y chorrada en los que, lo único que se me ocurre, Lucas estaría tomándose un café, porque la gestión que yo tenía que hacer se solucionaba en 2 minutos me suelta que tengo que mandar chorrocientos papeles suplicando y justificando mi decisión a un apartado de correos y que «ya si eso» ellos lo darán de baja en un momento dado.

En ese momento ya me tocan las narices, y le pido que me de una baja inmediata en 48 horas desde ese momento, que es cuando lo he solicitado, y él me suelta que si, que el matasellos dirá la fecha, que no me preocupe… Pero, oiga, yo contraté esto telefónicamente debería poder darlo de baja igualmente, nada, nada, me da un número de baja y a confiar en que correos, su departamento de documentación y su buena voluntad funcionen como deben para «solo» cobrarme unos cuantos días de más.

En suma, he hablado durante más de una hora con Diana, Laura, Gloria, Jon, Lucas y dos personas más que no recuerdo para que, al final, sean ellos los que deciden cuando y cómo me dan la baja del servicio (si me la dan). Sin embargo, si dejas de pagar una cuota aunque no quieras o no te den el servicio, te meten en un fichero de morosos y te mandan la carta de un abogado… ¿Cuando comprenderán las empresas de este país que los clientes no salen de los árboles y que si les tratas bien igual vuelven?

¿Imprimes…?

Desde el día 1 de este mes emprendo una nueva aventura en el mundo del e-commerce, empezamos a operar la web www.mundobrother.com. Espero que toda la experiencia acumulada estos años en el desarrollo y promoción de otras webs nos sirva de algo.

SliderHome_blogY para celebrarlo con todos vosotros, nada mejor que ofreceros un descuento de un 5% en cualquier cosa que compréis hasta fin de mes. Sólo tenéis que introducir el código «RELANZAMIENTO» al finalizar el pedido. Y, recordad, TODOS LOS GASTOS DE ENVÍO GRATIS.

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Encuentra las diferencias…

Vamos a hacer un esfuerzo de imaginación entre todos… ¿Alguien puede encontrar las diferencias entre las imágenes que pongo en la galería de abajo (pinchar para ver cada una en grande)?

No miréis mucho más, la única diferencia es que el logo de BiblioEteca ha desaparecido en una de ellas (y la resolución que ha bajado, pero eso es secundario). Y, ¿a santo de qué este ejercicio de observación? Pues a que la viñeta original la publicamos en Enero en el blog de biblioeteca:

Y la segunda me la he encontrado hoy navegando por facebook en una conocida red de lectores (o eso dicen ellos). El caso es que no han tenido ninguna vergüenza en eliminar el logo de una empresa que puede ser su competencia y poner la foto en su muro:

Yo, ya cambiaría el título de su foto y lo cambiaría por «Los ladrones de viñetas»… Ya les he avisado de que está mal lo que hacen (solo pedimos que mencionen el origen), a ver qué nos responden (es difícil presumir que sea un error, pero excusas más chungas hemos oído).

ACTUALIZACIÓN 5/03/2014
Al final parece que han reconocido el error (ellos lo llaman error) en Facebook y han borrado el post original y han subido ya la viñeta original.

Ver aclaración.

Luego de hacérselo notar en twitter me responden esto:

Aunque se lo tengo que aclarar, claro…

Y dan por zanjado el tema…

Pues eso, si ellos ya lo dan por zanjado no hay más que hablar…

El libro impreso ha muerto, ¡viva el libro!

metro_leyendo_smNo soy muy dado a contestar directamente escritos de otros, cada cual tiene su opinión y nunca está de más conocerla. Además, es muy buena la existencia de opiniones divergentes para entender que nuestro mundo es muy amplio y nuestra visión, generalmente, muy estrecha.

Pero un día es un día, y hoy me he decidido a contestar al excelente artículo que acabo de leer (nunca mejor dicho) en la revista leer, titulado: ¡Larga vida al libro impreso! y que está firmado por Jaume Balmes, un tipo al que sigo en twitter desde hace tiempo y que vi en directo en el congreso del libro digital.

Mi primera interpretación (y solo mía, como bien me ha hecho notar su autor) al leer este artículo es que el libro digital es una moda pasajera y que no tiene ninguna forma de triunfar, entendiendo como tal en convertirse en la manera primigenia de hacer llegar a los lectores sus lecturas. Es anecdótico que ilustre el artículo con un conjunto de personas que, de 5 leyendo, solo una lo hace en papel y, aún así, sirva de apoyo a su razonamiento. Con todo el respeto del mundo, dejo aquí mis comentarios y una foto de mi cosecha, sacada igual de una estación de metro. Espero me perdonéis si mi prosa no es de la misma calidad.

Jaume nos indica que los libros electrónicos aparecen como setas después de las campañas de «regalos» y vuelven a desaparecer según nos alejamos de esas fechas y que los usuarios «decepcionados» vuelven al papel rápidamente. Lamento decírtelo yo, pero eso es simplemente falso. Las decepciones existen y la estacionalidad de los regalos también. Los que reciben una tablet birriosa e intentan leer novela con ella terminan escaldados, pero los que reciben un ereader con tinta electrónica solo vuelven al papel por la fuerza. Las estadísticas en EEUU así lo indican y el hecho de que los usuarios cada vez sean más multi-dispositivo les convierten en consumidores ma? exigentes que nunca volverían a tecnologías anteriores solo por un dispositivo que les salió rana. Ya empezamos con el mar de lágrimas.

Sobre los costesprecios, Jaume, por mucho que os quejéis los profesionales, con razón,  de que las editoriales no os pagan lo que vale vuestro trabajo, eso no hace menos cierto que la cadena de producción de los libros digitales es distinta y más corta que la del libro en papel. Que no solo te ahorras el papel, la impresión, la encuadernación, el transporte, el almacenaje y la destrucción (por no decir la cadena de comisiones intermedias), sino que, además, no existe un coste por unidad. Estás cometiendo el error que han cometido todas las editoriales, usar la misma calculadora para una cosa que para otra. En cualquier caso, asumimos que hay un coste de edición y que, por el momento, no hay un circuito tan probado de distribución que permita estimar el retorno, pero eso no implica que tengamos que decir que el precio de un ebook ha de ser un 30% más barato que el de papel (como dicen los editores), por el simple hecho de que no son lo mismo ni nunca lo serán. A nadie se le ocurre calcular el precio del KW/h de la misma manera que calcula el precio de las pilas… ¿no? Es más, la música tiene unos gastos de grabación y edición infinitamente mayor que los del libro… y nadie cuestiona que una descarga ha de ser más barata que un CD.

La comodidad… Para gustos los colores, pero la experiencia de mi «laboratorio» de empleados, familiares y amigos me indica que las preferencias por el papel nunca tienen que ver con la incomodidad de leer en un buen ereader, sino con la mala elección del dispositivo, igual que unos malos cascos/altavoces te pueden estropear la mejor canción o una mala televisión hacer que la experiencia del full-hd se vaya al carajo. Efectivamente, en tipografía y otras ciencias del papel todavía hay mucho que trabajar, pero si te fijas, los libros de bolsillo no son más fáciles de leer que un libro electrónico en un kindle paperwire (por poner un ejemplo). De los márgenes no voy a hablar, porque a mi no me molestan si son más grandes o más pequeños siempre que tenga una forma correcta de sujetar el libro y, por lo que observo en el metro, la gente ya va pillando el truquillo de la funda como asistente..

El precio… El libro electrónico tiene muchas ventajas y decir que como el aparato lector tiene un precio y la gente casi no lee no existe la ventaja del precio es como decir que si con zapatillas ya nos apañamos para qué vamos a ir en metro o comprarnos una bicicleta (el coste de la bicicleta no lo amortizas si haces menos de XX kilómetros). Solo hay que comprender que son cosas distintas. Nadie compra un dispositivo pensando en el coste de amortización ¿sabes cuantas llamadas tendrías que hacer para amortizar el coste de tu teléfono móvil comparado con llamar desde un fijo? Pues eso. Sigo creyendo que a la gente le gusta leer, cómodamente, en cualquier sitio, sin llevar peso de más y pudiendo comprar el libro en cualquier momento y sin esperar a que se lo traigan del distribuidor. Eso en papel, simplemente, no se puede hacer y a lo mejor la gente sabe por lo que paga. ¿Cuanto cuesta la tele en la que ves el fútbol por el que pagas todos los meses? ¿Cuanto has pagado por el reproductor donde escuchas la música que seguro que has comprado legalmente?

Así que el libro puede, igual que la música y el cine empaquetarse de una manera igual o más de barata y fácil. Eso deja al libro en papel con el «papelón» (valga la redundancia) de tener que buscar su nicho (que lo tiene) y de aprender a convivir con el digital. ¡El libro impreso ha muerto!¡viva el libro!

Parte de las afirmaciones que aporto en este artículo salen del Primer Estudio sobre hábitos de lectura digital que podéis leer sin compromiso.

Soy José Antonio Espinosa, empresario desde hace 10 años, fundador de la red social biblioeteca.com y «proximamente» otros proyectos editoriales… Seguid atentos.