Lo digo muchas veces, pero yo ya soy viejuno en esto de internet. Mi primera cuenta de correo electrónico me la abrieron en 1989 (si, la web no se había inventado todavía) y tuve la suerte de ser el administrador de la red del laboratorio de investigación en el que estaba estudiando, lo que me dió la oportunidad de configurar y usar las news de internet (a alguno ya ni les sonará). El caso es que llevo el tiempo suficiente surfeando la ola de internet como para tener una perspectiva amplia en esto de «la red».
El caso es que ayer llegó a mis oídos la noticia Mother of All Breaches Exposes 773 Million Emails, 21 Million Passwords, que viene a decir que se ha encontrado una colección de archivos que recopilan 772.904.991 direcciones de correo y 21.222.975 passwords distintos. ¿Qué significa esto? Básicamente que si no has cambiado tu contraseña durante mucho tiempo en alguno de los servicios menos seguros de la red (aquellos que hayan tenido alguna fuga de datos) es casi seguro que cualquiera pueda saber cual es tu contraseña. De hecho, las últimas noticias indican que ese archivo es parte de un conjunto más grande con 1TB de contraseñas….
Hace unos años esto no sería mayor problema, la contraseña era una cosa que nos forzaban a elegir y que, en el mejor de los casos, nosotros seleccionabamos de una manera «regular», siempre la misma que creíamos segura, una variación de esa contraseña segura o lo primero que se nos pasaba por la cabeza y que terminábamos apuntando en un papel, total, ¿quién va a querer acceder a mis datos? Pero hoy en día la cosa ha cambiado muchísimo. La mayoría de nosotros ya no vamos al banco, sino que operamos via internet, compramos cada día en internet por más y más cantidad, pedimos las citas para el médico, compramos las entradas para el cine, los viajes, alquilamos las vacaciones… Y todo ello utilizando las contraseñas a las que, desgraciadamente, hemos prestado tan poca atención.
El principio básico en que se basa toda nuestra vida digital es que nosotros podemos almacenar en nuestro cerebro las contraseñas que necesitemos, pero eso ya no es válido. Cada día usamos más contraseñas de más servicios y eso hace físicamente imposible que las memoricemos… ¿hay solución?
Ninguna 100% fiable. Los gestores de contraseñas tradicionales (1password, dashlane, etc.) utilizan bases de datos centralizadas que son, como poco, golosinas demasiado irresistibles para los hackers y se convierten en destino de ataques que ya han conseguido éxito alguna que otra vez. Por eso, y hasta que se encuentren métodos más seguros para autorizarnos a acceder a nuestros servicios se me ocurrió construir nomorepass. El único servicio que mantiene seguras las contraseñas en el móvil y no las almacena en ninguna base de datos central. Además, te da todos los medios para que no tengas que teclear esas contraseñas nunca… Lo que te permite tener contraseñas seguras, distintas y sin tener que recordarlas.
En serio, tenéis que probarla. A mi me ha solucionado el problema de las contraseñas para siempre… Y, además, no tienes que fiarte de nadie porque nadie tiene tus contraseñas.