Acerca de Jose Antonio

Yo soy el que manda aqui... ¿Que pasa?

La banca siempre gana

Esta frase, referida a los casinos, empieza a ser un clásico referido a las entidades financieras, iba a decir de nuestro país, pero estoy seguro que en otros países pasa tres cuartos de lo mismo.

671d110f60a7f61925c830a7362707e0_articleYa os he contado muchas veces que odio profundamente las labores de empresario que me veo forzado a realizar, y más cuando las cosas van mal. Esta vez me tocó ejercer de director financiero y ante las apreturas de tesorería (eufemismo para decir que las telarañas empiezan a abundar en la cuenta) me vi obligado a pedir una cuenta de crédito a La Caixa. El caso es que aporté la documentación y, aparentemente, me la concedieron sin demasiados problemas. Total, el interés que voy a tener que pagar es siempre más alto de lo que ellos pagan por el dinero (bien al BCE, bien a los ahorradores que tienen allí su dinero), pero no les basta con eso… Las comisiones por indisposición del crédito es de un 1%, ¡el doble de lo que pagan ellos por los depósitos de ahorradores! es decir, que si uso el crédito pago un interés «de mercado» y si no lo uso, por disponer de él en la cuenta estoy pagando un interés más elevado que el que ellos pagan a los que depositan su dinero… Un negocio redondo. Además, cobraban unas generosas comisiones de apertura y de estudio y me tocaba pagar a mi el notario (esos 30 segundos que dedica el menda a verte firmar un papel y que cobra a precio de estrella del rock).

Pero no bastaba con eso, no, una vez que la operación estuvo aprobada y concedida faltaba ver «la compensación», es decir, que la oficina, por sus santos cojones, me pedía una compensación adicional a todo eso… Y, ¿qué me planteaba? la constitución de una póliza de seguros que nada tenía que ver con la cuenta de crédito, el caso es que ellos pudiesen vender un seguro. Al principio creí que iba a ser algo simbólico, que sería una póliza de responsabilidad civil o similar que me costaría un par de euros al mes… Pues no, tenía que contratar la cojo-póliza de protección jurídica PYMES que salía por 24 Euros al mes… ¡Manda cojones! voy a pedir dinero porque estoy haciendo malabarismos para mantener a flote la empresa y estos vampiros con pintas no solo me sorben la poca liquidez que me queda en comisiones sino que además me obligan a contratar un producto que nunca he necesitado. Pero no creáis que me rendí tan pronto, no, intenté contratar algo más barato (si no quedaba más remedio) con menos coberturas, pero que sea asequible… Y nada, parece ser que el bonus de la interfecta que me atendía dependía de que yo contratase ese maldito seguro.

Echando cuentas, si no uso el crédito, me cuesta 900 Euros al año y si lo uso, bastante más… ¡Vaya ayuda!

No solo La Caixa (en este caso, que desconozco otros) abusa de su posición y cuela productos vinculándolos a otros que no tienen nada que ver, sino que, además, no tienen ningún reparo en colaborar a que las empresas pierdan liquidez mientras que ellos engordan sus bolsillos cobrando por NADA, no nos dan servicio e intentan convencernos de que nos están haciendo un favor y no solo te cobran comisiones sino que te exigen compensaciones… ¡Una verguenza!

Utilizando el DNIe desde ubuntu

Hace ni se sabe que tengo un lector de DNI electrónico, bueno, si lo se, me lo regalaron por asistir a un FICOD cuando eso todavía significaba algo… El lector es el que podéis ver en la imagen y, obviamente, bajo todos esos logotipos debería haber algo que funcionase, ¿no?

DNIeY la oportunidad para usarlo me vino por un despiste, vamos, lo normal… Dejé que caducase mi certificado de la FNMT, una pena, llevaba con él como 15 años y no lo había dejado caducar nunca, y me sirvió fielmente para todas mis gestiones desde el primer día… Pero en estos tiempos uno tiene la cabez donde no debe y se olvida de cosas como estas. En cualquier caso, y dado que salir a la delegación de hacienda para identificarme me parecía muy del siglo pasado, me busqué la forma de hacerlo totalmente por internet. Y, por increible que parezca, esa forma existe, se puede solicitar un certificado de la FNMT utilizando el DNI electrónico, ¿fácil no?

Pues no… En la página de la FNMT nos explican con todo lujo de detalles cómo configurar los navegadores y las limitaciones que tenía el proceso (en principio solo soportaban Internet Explorer con Windows XP y Firefox – con versiones inferiores a la 33 – en el resto). Bueno, todo es intentarlo.

Lo primero es hacer que funcione el DNIe en mi Ubuntu 14.04, dado que hay una guía fantástica guia ubuntu al respecto y mi lector estaba soportado, pues nada, simplemente la seguí al pié de la letra y, aparentemente, funcionó. Desde firefox (la versión que descargué ad-hoc para el proceso) se reconocía el dispositivo de seguridad y pedía el pin para ver los certificados… Vamos bien.

Lo siguiente no fué tan bien… El proceso de solicitud del certificado se paraba diciendo que «su navegador no ha generado una firma válida». Round 1 para FNMT.

Bueno, no pasa nada, lo intentaremos en MAC… Nada que hacer, ni siquiera consigo que me reconozca la tarjete. Round 2 también para FNMT.

Da igual, probamos en una máquina virtual con Windows 7, seguro que hay un procedimiento sencillo… Instalo los drivers y todos los exe que me aparecen en la sección de descargas y… Nada, Firefox no reconoce la tarjeta y Explorer (si, la desesperación nos puede) si que la reconoce pero da un error detrás de otro (ni siquiera llego al error que me sale en Ubuntu).

Llegados a este punto me pregunto, ¿alguien ha conseguido ejecutar este procedimiento alguna vez? y lo dejo pasar hasta hoy… Donde decido que ya es suficiente y que tengo que conseguirlo… Me pongo serio, me remango y me siento ante mi Ubunto 14.04, reviso que el DNI se lee correctamente y después de mucho trastear me encuentro con que el problema por el que no se genera la firma adecuada no es de los certificados de la FNMT, sino de la tarjeta, en concreto de este:

Captura de pantalla de 2014-12-05 22:50:22Que solo salió por casualidad cuando estaba repasando TODOS los certificados de autoridades que tenía en el Firefox (y son cientos), el caso es que este certificado hay que permitir que firme también editando la confianza:

Captura de pantalla de 2014-12-05 22:51:59Después de esto ya pasabamos del paso de generar la firma, peeeeeero nos quedaba otro error que nos saltaba justo después de ese paso y es que nos daba un error así:

Un módulo PKCS #11 ha devuelto CKR_GENERAL_ERROR, indicando que ha sucedido un error no recuperable.

(Código de error: sec_error_pkcs11_general_error)

Y esto no pintaba bien… Por suerte google salió al rescate y encontré este hilo en cenatic que hablaba del problema. La solución fue buscar la librería libpcsclite.so.1 y poner la ruta completa en el archivo /etc/opensc/opensc.conf en la línea:

provider_library = /lib/x86_64-linux-gnu/libpcsclite.so.1

Con eso y un poquitín más de tiempo ¡Lo conseguí! pude por fin solicitar mi certificado (y ya lo tengo de hecho)… Lo que no se es lo que hará la gente con windows.

Baja de orange: Misión imposible

orange_logo-thHay ejercicios en la vida que alguien no debería afrontar, por su dificultad y por el poco beneficio que se obtiene de ello, como intentar abrazar a un león, robarle la gorra a un policía, intentar seducir a Kim Kardashian o darse de baja del adsl de orange. Todas son misiones casi imposibles y muy, muy ingratas.

El caso es que en mi casa soy cliente de Orange desde que era wanadoo, allá por el 2005, nueve años de fidelidad y de pocos problemas, pero el caso es que dado que no me pueden ofrecer más ancho de banda contraté la fibra de ono (aunque con sus problemillas que ya contaré) y ahora me quedaba lo «más sencillo» que es dar de baja el servicio de ADSL de orange que, por el momento sigue instalado aunque ahora el teléfono me venga con la fibra debido a que tengo splitter. He ido posponiendo lo de la baja porque me gustaba saber que tenía una línea de backup, pero ahora ya no es económicamente viable, por lo que me decidí a solicitar la baja.

Primer intento: 1470 me sale una señorita que me indica que debo llamar al 900901332, llamo a ese teléfono y una tal Diana me indica que al tenerlo a nombre de mi empresa me pasará con otro operador, me pasa y éste me indica que debo llamar al 900901217 donde una señorita de nombre Laura me indica que me va a pasar con Jon que, a su vez, me indica que me va a pasar con el departamento de gestiones especiales y que espere. 20 minutos después Jon me dice que están todos ocupados, que llame más tarde… ¡Leche! menuda operadora de telecomunicaciones que no puede comunicar con sus clientes.

Segundo intento, vuelvo a llamar al 1470 donde me aparece Gloria que me vuelve a indicar que llame al 900901217 donde, ¡por fin! me atiende Lucas que, por su voz de vendedor de seguros, ya podía augurar que ¡claro que sí campeón! me la iba a intentar colar. Muy amable él intenta venderme opciones, le indico que no, que solo quiero cancelar la línea y que aunque sepa que les da mucha pena que me vaya, no hay móviles ni nuevas líneas que les vaya a contratar… ¡Que solo quiero dar de baja una línea! Después de otros 20 minutos entre espera y chorrada en los que, lo único que se me ocurre, Lucas estaría tomándose un café, porque la gestión que yo tenía que hacer se solucionaba en 2 minutos me suelta que tengo que mandar chorrocientos papeles suplicando y justificando mi decisión a un apartado de correos y que «ya si eso» ellos lo darán de baja en un momento dado.

En ese momento ya me tocan las narices, y le pido que me de una baja inmediata en 48 horas desde ese momento, que es cuando lo he solicitado, y él me suelta que si, que el matasellos dirá la fecha, que no me preocupe… Pero, oiga, yo contraté esto telefónicamente debería poder darlo de baja igualmente, nada, nada, me da un número de baja y a confiar en que correos, su departamento de documentación y su buena voluntad funcionen como deben para «solo» cobrarme unos cuantos días de más.

En suma, he hablado durante más de una hora con Diana, Laura, Gloria, Jon, Lucas y dos personas más que no recuerdo para que, al final, sean ellos los que deciden cuando y cómo me dan la baja del servicio (si me la dan). Sin embargo, si dejas de pagar una cuota aunque no quieras o no te den el servicio, te meten en un fichero de morosos y te mandan la carta de un abogado… ¿Cuando comprenderán las empresas de este país que los clientes no salen de los árboles y que si les tratas bien igual vuelven?

El empoderamiento de los lectores

obreroEn un mundo como el nuestro, donde todo se sabe y donde es más sencillo que nunca moverse de profesión (o irte al paro directamente), donde se promueve el emprendimiento y donde la información está al alcance de todo el mundo todavía hay algunos que piensan que se vivía mejor en tiempos de los gremios medievales.

En esos tiempos (seguro que no tan felices), el conocimiento sobre cómo hacer algo pertenecía a un pequeño grupo, no tanto por deseo, sino por las circunstancias, y los maestros pasaban ese conocimiento a los oficiales y aprendices y sólo había los aprendices necesarios para cubrir las necesidades concretas del área de influencia del maestro. Era un esquema sostenible en el tiempo, cerrado completamente al exterior y muy, muy gregario. Para un gremio el control del producto era parte importante de su poder. Los estándares de calidad y el precio eran decididos solo entre los miembros del gremio. Los gremios consiguieron equilibrar la oferta y la demanda a través de la anulación de la competencia. En realidad su único objetivo era asegurar el bienestar y continuidad del gremio y no pensaban nunca en los «clientes» ya que estos estaban cautivos y no tenían otro sitio donde satisfacer sus necesidades.

Y evoco ahora mismo a los gremios medievales, sabiendo éstos fueron abolidos y sustituidos por el libre mercado, donde el bienestar del productor se supedita a la de los clientes y la sostenibilidad se cambió por el crecimiento. Todos salimos ganando un poco con esta abolición, los productos se abarataron y la competencia inició una espiral de avance tecnológico que nos ha traído hasta la actualidad (con todas sus necesidades de regulación y control inherentes) donde los clientes son los que determinan qué quieren, cuando lo quieren y qué precio están dispuestos a pagar. Pero parece que no todos los campos se libraron del gregarismo.

Revisando conversaciones de diferentes «Editores» digitales se ve que su mayor queja consiste en que «no se valora la calidad» y que los lectores están adquiriendo demasiado poder para decidir qué se publica y cómo. De hecho, como guardianes de la pureza editorial se preguntan, ¿Qué lector queremos para nuestros ebooks? o afirman «El empoderamiento del lector… echaos a temblar». De sus conversaciones de extrae que el mayor problema para hacer una edición buena y de calidad es… ¡¡El lector!!.. Pues andamos bien, si el único que mete dinero de verdad en esta industria (el resto solo se reparte ese dinero, mejor o peor) es el principal problema de la edición digital ya podemos ir echando el cierre. Si lo que es de calidad o no viene determinado por el tipo de letra y las herramientas utilizadas para generar el ebook más que por el contenido y por lo adaptado a los gustos y capacidades del mercado creo que hay una parte del análisis que no ha sido hecha adecuadamente.

Igual es que se necesitan nuevos editores o procesos editoriales más adaptados a los clientes finales que a los atavismos de otros tiempos y a la (justificable) búsqueda del preciosismo de los profesionales actuales. ¿Nos montamos un gremio?

Ver para creer…

Hoy voy a ser críptico, casi misterioso… Una forma rara de volver a escribir en el blog. Pero de siempre mi blog me ha servido para desahogarme de todas esas pequeñas cosas que van dinamitando tu día a día y que, peor todavía, cercenan la pequeña esperanza que me quedaba de que el ser humano tuviese sentido común… El caso es que no puedo (todavía) decir cual es el objeto de mis desvelos, por lo que simplemente me limitaré a quejarme en genérico… Igual alguno se siente identificado.

Políticos: ¿para qué?

En mi vida he necesitado muy poco tener contacto con políticos, además, generalmente era para temas que nada tenían que ver con la política y si con la gestión de lo público. En fin, que otra vez me ha tocado lidiar con uno… Con el resultado esperado. No voy a decir quien es ni de que color son sus siglas (en el fondo da igual). Pongámonos en situación:

Necesito algo, que debería estar disponible en mi ciudad, y decido pedir ayuda al representante de la ciudadanía (sic.) que está al cargo… Primero, no hay forma de localizar a dicho representante. Lo intento por twitter, que tan buen resultado me ha dado con las compañías telefónicas y, ¡bingo! aparece para decir que no hay problema, que faltaría más, que ya está hecho.. Me pasa un número de teléfono y un mail… ¿solucionado? Nada, peor que al principio. El teléfono no lo cogen nunca, los correos no los responden y en twitter ya no nos hacen caso… ¿Cambio de parecer? ¿treta? No lo se, pero digno cabezón el mío, decido seguir hasta el final, acoso a su secretaria, molesto a su jefe y, al fin, tres semanas después nos conceden audiencia… Con otra persona que no tiene nada que ver, que hace la deferencia de atendernos sin tener nada que ver y que después de mucho mirarlo decide derivarnos a otra persona que, al intentar hablar con ella dice que no sabe nada del tema… ¿incompetencia? ¿maldad? No lo se, pero haciendo el trámite por mi cuenta y sabiendo que voy a pagar en dos días ya tengo el tema solucionado… Políticos, ¿para qué?

Nunca confíes en los intelectuales

Si, reconozco que me he pasado, la frase anterior no es del todo cierta, pero se ajusta un poco al siguiente evento que me ha tocado las narices (y para ser lunes todavía la tengo a prueba de todo).. Por resumir, si alguna vez quieres ayudar a un intelectual, intenta que sea postrándote de rodillas, ofreciéndole el dinero sin condiciones y avergonzándote de hacerlo. Ellos serán muy dignos en cogerlo con una mano y escupirte mientras repiten «esto es muy comercial, no quiero mezclarme con nada similar». Da igual que lo hagas sabiendo que ambos ganan con la transacción, la mujer del cesar no solo debe parecer casta sino que debe ser castradora para todos los que no sean el cesar (joder, se me ha pegado lo de intelectual)… Pero bueno, buenas palabras, quedamos como amigos y no se te ocurra acercarte de nuevo diciendo que has puesto pasta… Si dices que es amor verdadero nos acostamos sin pensarlo, pero si propagas por ahí que tu pagas la cama no te quiero ver ni en pintura… Menos mal que el mundo está lleno de gente que sabe que las cosas cuestan dinero y que el agradecimiento no significa «venderse» barato aunque se crea uno que es la «elite» de esto.

Y sabéis lo bueno de este post… Que como solo hablo mal de gente (y mi yo bueno no soporta que alguien hable mal de nadie) intentaré enterrarlo en el «fondo de armario» escribiendo muchos más post (y así conseguiré volver a escribir un poco más a menudo). No hay mal que por bien no venga…