El idiota analógico

Via twitter, encuentro un curioso artículo titulado «El imbecil digital«. Después de una lectura rápida veo que me retrata bastante bien, así que como buen «Imbecil digital» he procedido a dejarle un comentario en el post que reproduzco aquí (porque soy un imbecil digital, claro)… Y para respetar el copyright lo he titulado: «El idiota analógico«…

Existen personas, que, como antiguamente el «heavy» de rancio abolengo, denigran cualquier novedad catalogándola de comercial y pretenden refugiarse en los antiguos reductos de la antigua normalidad. Es el idiota analógico que, además, acercándolo a un teclado se convierte en un troll con vocación.

El idiota analógico prefiere esnifar el papel de los libros acumulados por toneladas en las estanterías de los demás, o escondidos en rincones de su cubículo, donde nunca los abrirá. El idiota analógico se rie de todo aquel que encuentra con un movil o comprando por internet, esas cosas no son para él, es preferible hablar a gritos por las esquinas, burlarse de aquellos que usan tarjeta de crédito y buscar el acodado de la barra del bar para libar sus cervezas añejas.

El idiota analógico sabe en su fuero interno que esta impostura es perjudicial, pero se empeña en su actitud, como el heavy que solo se corta el pelo cuando ya no le queda otra, intentando convencer a otros que su idiotez es mucho mejor que la de los demás, y mientras los otros lo miran como un especimen del pasado, en extinción, intentan no contrariarle y le ríen las gracias, escondiendo sus móviles y diciendo que ellos pasan mucho tiempo en el campo… Pero es mentira.

El idiota analógico es un idiota digital sin medios, venido a menos y que terminará cayendo por los mismos sitios que dice detestar, pero lo hará a su modo, cuando quiera, y siempre, claro, menospreciando a los idiotas de enfrente….

Las batallas perdidas – Economía

Siguiendo con el anterior artículo: «Estamos en guerra aunque no lo sepamos«, vamos a repasar las batallas que ya se han librado en los frentes abiertos y cómo, cada vez más, la pinza está intentando atraparnos en fuego cruzado con unos pocos, muy pocos, beneficiados.

Batallas ya luchadas y perdidas en su mayoría:

En la parte económica

  • Años 70-80 : cruzada contra el poder de los trabajadores (ej. Thatcher, Reagan) para reducir su influencia y hacer que el capital ampliase la suya.
  • Años 80-90 : deslocalización de la fuerza de trabajo y todo el poder pasa a manos de las elites financieras, los salarios caen en todas partes en cuanto a peso en la economía de los países. Los financieros se encuentran con que cada vez hay menos poder adquisitivo para comprar bienes que sus empresas producen.
  • Años 90-2000: se soluciona el problema de la falta de liquidez no subiendo los sueldos sino concediendo crédito barato. Las deudas de familias y particulares se triplica con respecto a la década anterior.
  • Crisis financiera: el crédito a los particulares llega a su límite y los artificios financieros para multiplicar los beneficios basados en esa deuda explotan.
  • Crisis de deuda soberana: La elite financiera entra en pánico y exige a sus políticos recates e inmunidad para los responsables del fiasco. Eso produce un problema de deuda soberana que devuelve un poco más el poder a los responsables de la crisis que no piensan hacer nada para ayudar a la economía real. Cierran el grifo de los préstamos a particulares y empresas y terminan de estrangular el desarrollo económico. Los mismos ideologos del crédito infinito proclaman ahora que se acabó la fiesta y que toca pagar.
  • Gobiernos títeres: varios países Europeos ponen en su gobierno, o al mando de sus economías a destacados financieros responsables de la crisis pero que ahora se erigen como garantía para seguir recibiendo créditos (aunque sea pagados con dinero del propio país o de la unión europea) y adoptan las medidas de recorte de gasto que asegurarán que las deudas serán devueltas, aunque condene a los ciudadanos del país a la más absoluta recesión durante lustros. Todos los beneficios sociales son considerados «superfluos».

Podéis ver un bonito resumen de todo esto en este video (subtitulado):

En el próximo post proseguiremos con las batallas por la propiedad intelectual o cómo unos pocos intentan robar el conocimiento universal.

Estamos en guerra, aunque no lo sepamos

Anonymous

Si, no es una afirmación gratuita, acaba de comenzar una guerra, que según el resultado que se obtenga marcará el futuro de la siguiente generación y las venideras. Puede parece que soy alarmista, pero estoy sentado viendo como las cosas más increíbles suceden a mi alrededor y no paro de recordar la sensación que tuve cuando cayó el muro de Berlín, pero ahora al revés… Empieza una lucha y toca luchar.

Y esta es una guerra con varios frentes abiertos, aunque algunos están relacionados y el enemigo ya nos esté haciendo una maniobra en pinza para dejarnos fuera de juego… Si aún no sabéis de qué estoy hablando, es hora de hablar más claro.

¿Quién es el enemigo?

Básicamente las elites que se han adueñado del 99% de los recursos y han empezado a dejar de disimular sobre lo bien que les va y lo poco que aportan a la sociedad en conjunto. Asociados a estos «magnates» nos encontramos a un grupo de colaboradores necesarios, como son los políticos, corruptos de una u otra manera o que se han dejado llevar por la propaganda de estas elites y creen firmemente que la salvación de occidente se encuentra en mantener a salvo el dinero de unos pocos. Bajo esos políticos tenemos a un grupo de mandos intermedios que intentan ser elite o, al menos, no bajar a la arena de los perdedores. En este grupo podemos encontrar a los financieros y a sus ideólogos neocon.

¿Cual es el campo de batalla?

El campo de batalla es el mundo entero, los recursos en litigio son la capacidad de los seres humanos por vivir dignamente, por mejorar como especie y por encontrar un entorno equilibrado con el medio ambiente. Las bajas se producen cada vez que una persona es desahuciada de su casa, pierde su empleo o se le niega asistencia médica por razones económicas. La resistencia se compone de 1800 millones de personas conectadas a internet, altamente preparadas, con ganas de compartir y con firmes convicciones éticas de que el ser humano merece un espacio en esta tierra para vivir y convivir.

¿En qué frentes se lucha?

El frente económico

Nuestra sociedad se ha construido en base a ciertos artificios, como el dinero, que nos permiten realizar intercambios de bienes y servicios con cierta eficiencia y comodidad. Sin embargo, estos artificios han sido pervertidos por ciertas personas para fomentar la acumulación de capital, de tal manera que en lugar de servir como incentivo para el avance de la humanidad se ve como un objetivo en si mismo. Lo que antes fue un medio (facilitar los intercambios comerciales y la retribución del trabajo) se ha convertido en un fin (acumular capital y beneficios).

El frente de la propiedad intelectual

Hace mucho tiempo, cuando las leyes intentaban remediar situaciones malas para la sociedad en su conjunto y se solía utilizar el sentido común, se descubrió que leer libros era bueno para la gente. Además del problema de falta de educación, en el siglo posterior a Gutenberg se vió que también faltaban libros que leer. Además, la producción de un libro por parte del gremio de impresores solo daba beneficios al impresor, ya que se consideraba como cualquier otro objeto, por lo que los autores veían poco, o nada, de su trabajo intelectual. Por eso, en 1717 se promulgó en inglaterra el «estatuto de ana» que sentó las bases de la legislación sobre derecho intelectual posterior (ver la historia del asunto) que defendía los derechos de los autores y que fue unánimemente rechazado por los impresores al ver mermados sus derechos.

Estas leyes se han ido pervirtiendo y han pasado de proteger a los autores para fomentar la producción literaria y científica a proteger a las compañías que trafican con esos derechos. Realmente la propiedad intelectual no existe como bien tangible, ya que no puede apropiarse (si yo tengo una idea y la comparto no la pierdo, lo mismo si la copio). Los malvados impresores aprovecharon la circunstancia de que los artistas solían ser pobres y compraron sus derechos a cambio de migajas, sometiendo la distribución de las obras a condiciones tan peregrinas como que el precio de un libro dependa del país en que se venda. Dado que los costes de duplicación eran fijos y los derechos de autor muy asumibles para los editores, se creó una industria dedicada a explotar a los artistas y expoliar a los consumidores. Usando todo ese potencial, las editoriales, y luego las discográficas y los estudios de Hollywood se dedicaron a promocionar que «la propiedad intelectual» era tan propiedad como la propiedad privada, haciendo que sus activos pudiesen crecer sin límites, ya que el intelecto humano no está limitado como los recursos naturales.

Sin embargo, con la llegada de internet las formas de distribución de conocimiento se hicieron universales y muy baratas, ya no se necesitaba papel ni plástico ni vinilo como soporte de las novelas, películas o música que producían los autores. La necesidad de los malvados impresores ya no era necesaria para el fomento de las obras intelectuales y tomaron el papel de «dueños» de todos los sueños de la humanidad. Antes nadie podría publicar sin su permiso, las canciones no se escucharían en las radios sin su consentimiento, las películas no verían los cines sin una participación en beneficios, pero ahora internet había cambiado eso y cualquier autor con un blog podía producir relatos de más calidad que los que se veían en papel  y un jovenzuelo con un ordenador podría hacer una obra musical que ni Mozart en sus años mozos.  Esa situación, aunque buena y deseable para el conjunto de la humanidad, dejaba sin control a los brokers de propiedad intelectual. Utilizaron todo su dinero e influencias para hacer las leyes de propiedad intelectual más restrictivas y extensas, pervirtiendo el sentido de las mismas intentando perpetuar su statu-quo.

En suma, unos pocos (muy pocos) se arrogaban el derecho de decidir sobre qué y cómo podría disfrutarse de los productos culturales, usando como escudos y excusa a unos autores que, influenciados por sus amos, no veían otra que hacer causa común con sus opresores.

El frente social

Quien dude de que estos 100 últimos años el ser humano ha mejorado considerablemente su forma de vida, que deje de hacerlo, ahora se vive más, se vive mejor y se disponen de más medios que nunca para el desarrollo como personas. Hay muchos indicadores que así lo dicen: la esperanza de vida, el índice de mortalidad infantil, la renta per-capita, etc. En suma, la humanidad está hoy en disposición de, como mínimo, poner en práctica los derechos humanos. Sin embargo, a los derechos humanos, hoy en día, se están contraponiendo los derechos de los mercados, entes sin ninguna propiedad tangible salvo que pueden hacer que la gente se muera de hambre porque el precio del trigo se dispara o que países enteros arruinen sus sistemas educativos o de protección de la salud para contentarlos.

En estos días, el frente social se abre justo donde se cierra el económico. Es hora de pensar qué es más importante, las personas o las corporaciones, los beneficios sociales o los beneficios financieros, poder vivir en paz y armonía o provocar guerras por los recursos que solo beneficiarán a 4 o 5 personas particulares y provocarán miles de muertes. El pensamiento neocon nos conduce a una desregularización en todos los aspectos de la vida, pensando que los mercados nos traerán la prosperidad por si mismos y sin pararnos a pensar que los mercados al igual que la economía es un medio para mejorar la vida de la gente, no solo de unos pocos a costa de la mayoría.

Los recortes sociales en nuestro paía, en educación, en investigación, en sanidad, han sido provocados por las exigencias de unos mercados que prefieren ver suculentos beneficios financieros en la mesa antes que gente sana y bien educada. En este frente también se están librando batallas de propaganda…

El frente ecológico

Quizá parezca cansino… Pero si, el hecho es que solo tenemos un planeta que habitar y tenemos que compartirlo con el resto de las especies que todavía siguen con vida. No es que ahora tengamos que salir con nuestra camiseta desteñida y mudarnos a una comuna hippie y hacernos vegetarianos, no hace falta, solo hay que mirar a nuestro alrededor e intentar imaginarnos como estará ese paisaje dentro de unos años.

El cambio climático, que es un hecho constatable y fácilmente demostrable para cualquiera que tenga dos dedos de frente y los datos climáticos de los últimos lustros es la muestra más palpable del impacto que la humanidad en su conjunto está teniendo sobre el medio ambiente. Y ese impacto no es positivo. La deforestación de bosques, la plantación y ganadería masiva, la producción de gases industriales y otras emisiones han provocado cosas como el efecto invernadero, que indudablemente están mermando la capacidad del planeta para regenerarse. Estamos convirtiendo nuestro hogar en un campo minado… Y no tenemos a donde mudarnos.

Una vez más, el enemigo niega la mayor y decide que los beneficios financieros deben primar por encima de los beneficios ecológicos. A pesar de razonables intentos por parte de ciertos paises, no se ha conseguido un acuerdo global que permita preservar nuestro planeta de nuestros propios abusos. El fracaso del cumplimiento del protocolo de Kioto, que ni siquiera ha sido ratificado por EEUU, o el acuerdo de Durban y la propaganda, otra vez, intentando desprestigiar las investigaciones sobre el cambio climático, hace que mucha gente mire de soslayo el problema, como si fuese algo que no tiene que ver con ellos o que, en el mejor de los casos, es un asunto discutible.

De nuevo, el interés de unas pocas corporaciones en explotar al máximo los recursos, junto con la especulación desmesurada con materias primas (consecuencia de la crisis financiera donde los brokers se quedaron sin más artefactos con los que jugar a la ruleta rusa de la inversión) prima sobre el interés general… ¿Qué hay más general que tener la casa limpia y poder dejársela a nuestros herederos en buen estado?

El frente humano

Y finalmente, ¿somos personas o somos números? ¿Somos una estadística de trabajadores / parados / cotizantes / enfermos / jubilados / … o somos realmente personas que han de vivir su vida, alimentarse, habitar una casa, formar una familia, divertirse con los amigos y discutir con los vecinos..? ¿Somos una cantidad de euros en una cuenta corriente o en una hipoteca impagada o somos gente con problemas que solo necesita ser escuchada?

Parece ser que, para los políticos, solo contamos en los días previos a ir a depositar el voto, ni la corrupción, ni la ineptitud parece que hagan mella en ellos. Con los avances actuales sería posible desarrollar una verdadera democracia participativa donde la gente afectada por un tema pudiese influir en las decisiones, no como lobby, sino como derecho fundamental de representación. Las anquilosadas estructuras de los partidos políticos y sindicatos, junto con la desidia ciudadana a la hora de plantear cambios hacen que esta situación prometa prolongarse indefinidamente. ¿Cómo van a cambiar los propios políticos, de motu propio, su situación privilegiada? Ante las protestas, represión, ante las quejas, desinformación.

Soy un ciudadano de un país supuestamente democrático, que debería defender unos valores morales comunes a todos, en una época donde ya no hay necesidades primarias que no puedan ser satisfechas y que, por tanto, podemos dedicarnos a mejorar como personas y como raza… Pero esta, como las anteriores, es una utopía que se está perdiendo en este frente de la guerra. Ya no nos quedan principios a los que agarrarnos.

Y si todavía no creéis que estamos en guerra, os diré que ya se han librado varias batallas en esta contienda, eso si, os lo diré en el próximo post para que os sea más sencillo seguirlo.

La visita del papa a las dos Españas

Esto no versa sobre tecnología, es pura opinión, pero es lo que he podido sacar en claro de mis discusiones en redes sociales estos días, por lo que no puedo evitar contarlo. Es, ya lo advierto, mi visión particular del asunto, si alguien tiene otra, la respeto, siempre que venga con argumentos.

El JMJ

Según su web oficial, La jornada Mundial de la Juventud «Es el gran encuentro global de jóvenes con el Papa que se celebra cada tres años en un lugar del mundo. En esta ocasión se celebrará en Madrid, del 16 al 21 de agosto de 2011.» Es decir, una convocatoria de la iglesia católica para juntar muchos jóvenes creyentes con el Papa. Según sus cifras oficiales, Se inscribieron 428.505 personas de muchos paises, principalmente España, Italia, francia, USA, Alemania, Brasil, etc (podéis consultar el mapa en su web). Los inscritos (llamados peregrinos por algunos) empezaron a llegar a Madrid el fin de semana del día 13 y empezaron a llenar todos los sitios adecuados para darles cobijo. Se han cedido colegios públicos para servir de alojamientos temporales, se han emitido bonos de transporte con un 80% de descuento para facilitar su desplazamiento, se emitieron visados gratuitos, se han desplazado efectivos de los cuerpos de seguridad del estado, protección civil y se ha dejado sin vacaciones a gran parte del samur para atender las necesidades y posibles problemas de esta gran masa humana, se les ha dejado entrar gratis en los museos y se ha declarado la actividad de interés especial, por lo que los patrocinadores tendrán deducciones de casi el 90% de lo que aporten a la fiesta.

En este enlace ¿Quien paga la JMJ? tenéis un desglose completo de todos los costes asociados al evento.

La manifestación Laica

Debido a que, siendo objetivos, si que hay un coste público en este evento, y dado que los tiempos de recortes y crisis profunda en los que vivimos no son muy dados a pasar por algo dispendios innecesarios, ciertos colectivos decidieron protestar por tales gastos y por la poca separación Iglesia-estado que se estaba demostrando con todas las facilidades y regalos que se hacían a la organización.

Los promotores de esta protesta, que exigían transparencia para las cuentas públicas con respecto a la JMJ y que contaba con todo tipo de organizaciones, desde católicos de base a ateos. durante la organización, se obtuvo la aprobación de la manifestación y su paso por sol. Más de 89 colectivos se unieron en la convocatoria y esperaban poder realizar la manifestación de una manera pacífica el 17 de agosto. De hecho, superaron las previsiones iniciales de 5000 personas y, según algunos organizadores, superaron las 20.000.

Los problemas

Como en toda manifestación callejera, siempre hay cosas buenas, malas e inaceptables. La organización no era demasiado buena, el itinerario fue cambiado por la delegación del gobierno y no estaba muy claro cual sería la definitiva, y había mucho «perroflauta» que reivindicaba cosas distintas a las referidas a la financiación pública de un evento privado. Pero al final, las noticias que llegaron de la manifestación no fueron nada buenas. Por un lado, se termino insultado a peregrinos que nada tenían que ver y por otro la policía cargo y aporreó a varios inocentes. Os pongo un par de vídeos de actuaciones malas (para que veáis ambos lados):

Insultos a los peregrinos (en un pasillito organizado por la policía de la peor manera posible):

Bofetadas de la policía a una joven y a un fotógrafo (sin suponer ningún peligro para nadie)

Aquí os dejo la crónica de una que estuvo en la manifestación:

Abuelo, ven aquí que te cuente

Las reacciones

Aunque hay pocas cosas que nos sorprendan ya de los medios de información españoles, las reacciones fueron las esperadas dependiendo del signo que tuviera cada periódico o la mala baba que gastase su director. De hecho, los medios más «papistas» tacharon la manifestación como anti-papa, cuando nadie en la organización había expresado ninguna oposición a la venida del papa, sino a los gastos públicos ocasionados por la misma. Convertían así una manifestación de protesta contra gastos excesivos en una manifestación contra el Papa o contra los católicos… Así, fomentando el odio. En concreto:

También hay algunos que sacan imágenes que no interesan a nadie, como los «peregrinos» de botellón:

En suma, que los medios de incomunicación estatal habían decidido que unos peligrosos ateos antipapa habían atacado a los pobrecitos turistas-peregrinos que pasaban por allí… Y luego, la gente que se había informado por internet tenía pruebas de abusos policiales contra la marcha laica. Dos posturas bastante difíciles de reconciliar.

Por suerte la policía no es tonta, y el SUP sacó un comunicado condenando acciones como la de las bofetadas gratuitas.

El sindrome de las dos Españas.

Lo que verdaderamente me preocupa no es si el papa ha venido, se han dejado unos pocos millones de euros por el camino o si los peregrinos ahora son más fans de España que antes. Lo que me preocupa es que haya hechos incontestables e inadmisibles para una sociedad democrática y civilizada como que las fuerzas de seguridad del estado se dediquen a aporrear periodistas indefensos o abofetear a jóvenes chillones pero inofensivos y que, en lugar de condenarlo, gente normal y corriente intente justificarlo como contrapunto a la ofensa de la manifestación laica.

Amigos de toda la vida y gente a la que respeto mucho se posicionaron en dos bandos, los creyentes y los infieles (por así llamarlos).

Los creyentes creían que todo lo que se hiciese para beneficiar al papa y los peregrinos debía ser respetado y no ser discutido, cualquier otra cosa sería inadmisible. Para este bando rezar de rodillas obstaculizando una manifestación laica era algo poco menos que piadoso y no suponía ninguna provocación, las tortas de las policías a los perroflautas seguro que estaban justificadas por alguna falta de respeto a los creyentes. Incluso se llegó a nombrar la quema de iglesias del 36 como atenuante y como justificación para tener controlados a los antipapa… La manifestación laica creían que era un ataque directo a sus creencias y una provocación a todos los católicos por más que se les hubiese informado de la finalidad de la misma, meramente económica.

Los infieles, creyeran o no en Dios también tenían su postura radical. La simple presencia de peregrinos en el camino de la manifestación era una provocación, el dispendio de dinero en la visita era un robo de la iglesia al resto del estado y la actitud de la policía era poco menos que fascista y ordenada por un estado controlado por la iglesia. También se llegó a nombrar a los represaliados republicanos, a la pederastia y a la falta de caridad cristiana de los que organizaban fastos cuando en Somalia se mueren de hambre.

Para mi, que prefiero no encuadrarme, los hechos violentos son todos injustificables y denunciar los mismos debería ser parte integrante de nuestra libertad democrática. Protestar por gastos excesivos en tiempos de recortes tampoco me parece mal, al igual que no me parece mal promocionar la ciudad de Madrid a unos jóvenes que igual algún día vuelven con dinero para gastarse. Lo que no puedo tolerar (además de la intolerancia, que diría un sofista) es la creación de bandos entre gente de buena voluntad con la simple excusa de si te han bautizado o no o de si acatas lo que dice la iglesia o lo que te dicta tu ética. La religión ha de ayudarnos a vivir en paz con nosotros y con los demás, no a dividirnos y enfrentarnos.

Ale.. Ya lo he dicho, ¡qué a gusto me he quedado!

El olor a rancio de los libros en papel

papel

Hace poco, he estado comentando en Facebook mi experiencia con los libros electrónicos. La verdad es que desde que me compré el kindle estoy encantado con él. He probado otros modelos, como el papyre o el iJoy y, la verdad, son inferiores, aunque la experiencia básica de lectura es la misma. También he probado con el iPad y, lo siento, pero no es una máquina hecha para leer libros durante un tiempo largo.

Mis conclusiones generales sobre los lectores electrónicos (ebook readers) en general son muy buenas, nos encontramos ante una tecnología y unos dispositivos que, por primera vez, hacen innecesario el uso de tinta y papel para poder leer cómodamente nuestro libro favorito. Nada que ver con las pantallas de ordenador o los tablets retroiluminados. Nada de cansancio visual ni de recibir más luz de la necesaria. Aunque el análisis de la tecnología e-ink es muy interesante (y quizá escriba una entrada cuando tenga un rato), vamos a dejar de momento ésto para centrarnos en el tema… ¿Qué opinan los usuarios lectores de libros de estos dispositivos?

Ante la pregunta ¿qué opináis de los libros electrónicos? en facebook, mi sorpresa fue mayúscula cuando vi que una gran parte de la gente del grupo (supuestos aficionados a la lectura) decían que preferían «el olor de las páginas y el tacto del papel cuando pasaban las páginas»…

Ante esta afirmación me quedan varias hipótesis que formular, que expreso aquí en orden de más a menos probable:

  1. Nunca han tenido un lector de libros electrónicos en la mano y simplemente repiten un mantra aprendido para evitar tener que reconocerlo.
  2. Realmente sienten lo que dicen y son del tipo de gente que ordena los libros por el color de la tapa y el grosor del lomo… Es decir, el contenido es lo de menos.
  3. Son fetichistas inconfesos que necesitan disfrutar del olfato y el tacto a la vez que leen una historia para poder sentir que realmente están leyendo.

Francamente, el formato libro está en nuestra civilización porque es lo más adecuado que se ha podido reproducir con la técnica existente, pero realmente ha cambiado muy poco la tecnología utilizada desde 1449 (hace más de 550 años) hasta nuestros días. El papel tiene muchos inconvenientes, entre los que destaco los siguientes (por el simple hecho de que están superados con la tecnología actual de los lectores digitales):

  • Pesan y ocupan mucho.
  • Es muy incomodo buscar dentro de sus contenidos.
  • Es muy difícil almacenar y organizar libros de manera eficiente.
  • Tinta y papel se deterioran con el tiempo y con factores externos.
  • Es complicado de transportar

Obviamente también aporta ventajas, como que no requiere energía ni ningún dispositivo para poder leerlo, pero si por eso fuera tendríamos todos nuestros documentos cincelados en acero, que es mucho más durable.

Francamente, creo que la actitud ante los lectores de libros electrónicos parte de un desconocimiento, o un miedo, profundo ante las nuevas tecnologías y el sentimiento de perder algún tipo de ritual asociado a la lectura por parte de gente que, realmente, no aprecia ni valora el contenido de lo que lee. Para mi, lo importante de los libros no está en su soporte, ni en su tapa, ni en su olor, sino en su contenido. No puedo imaginarme a Ken Follet pensando en la forma que tendría su libro mientras describía los personajes de los pilares de la tierra, o imaginando a sus lectores recibiendo el perfume del papel para entender la historia.

Para mi es un insulto a los autores y a los creadores de contenidos el ligar el disfrute de las historias maravillosas que nos regalan a un soporte concreto. De hecho, al igual que el teatro surgió para poder visualizar mejor las historias de los libros y acercarlo a más gente, el cine expandió esta experiencia a muchos millones de personas más y la televisión terminó por llegar a todo el mundo. Estas expresiones no son más que distintos soportes para contar las mismas historias y ligar estos contenidos a unos soportes concretos me parece, cuando menos, poco inteligente.

Ante el miedo de que la tecnología desvirtúe la literatura, no me queda más que echar la vista atrás y ver cómo este miedo ha estado presente durante cada avance tecnológico y cada vez se ha demostrado que son las historias las que perviven y los medios de transmisión son, meramente eso, transmisores. ¿acabó la radio con la tradición de contar cuentos de manera oral? ¿terminó el cine con el teatro? ¿la televisión hizo desaparecer al cine? ¿el video acabó con la televisión? ¿internet terminó con todo lo anterior? El mensaje y los contenidos permanecen, lo único que cambia es la capacidad de llegar a más gente y eliminar el rancio olor a papel de la ecuación.