Es casi imposible que no hayas oido hablar del backdoor xz, no es que yo pueda darte más información sobre el tema, os dejo un video de alguien que os cuenta el caso completo como si de un episodio de serie negra se tratase:
El caso es que, alguien durante tres años ha ido infiltrándose en un repositorio de un elemento pequeño pero crítico de software libre llamado xz, de tal manera que consiguió, no solo quedarse como mantenedor de ese repositorio sino que fue introduciendo, poco a poco, una puerta trasera que permitía el acceso remoto (todavía hay que ver el payload real lo que llegaba a hacer) y conseguir que ese backdoor se distribuyese en algunas de las más importantes distribuciones.
Por suerte, o mejor dicho, por la misma estructura del software libre, esta versión no pasó de las versiones inestables de las distribuciones y se descubrió el pastel porque una persona notó que algo iba más lento de lo que debía después de la actualización. Esta persona (Andres Freund) no se paró en medir el tiempo de respuesta sino que terminó encontrando la causa subyacente y la puerta trasera que habían metido (aquí el aviso que dió a la comunidad) y, obviamente, la reacción de los mantenedores de la distribución, e incluso del antiguo mantenedor del repositorio fue inmediata y reliminó todas las trazas del código dañino.
Hay varias cosas que podemos destacar, pero yo me quedo con un par de ellas:
La dependencia que tenemos de código que han escrito terceros y que pueden estar bien mantenidos o no (dependiendo del ánimo de esa persona o de sus circunstancias personales)
La potencia del ecosistema open source para descubrir y arreglar este tipo de problemas. Todos los sistemas operativos actuales, desde mac os hasta windows usan componentes externos, no hay ninguno 100% original y tampoco es que se pueda saber qué es lo que usan exactamente. Si hay un backdoor en windows o en macos nos lo tendremos que comer con patatas porque nadie puede mirar lo que hay dentro.
Estoy seguro de que esta forma de actuar, por muy inteligente y paciente que sea, no deja de ser un ataque en toda regla con unas finalidades seguramente malvadas (crear una botnet inmensa, por ejemplo) y no creo que sepamos realmente quien está detrás de ello y, posiblemente, nos de para una docuserie de Netflix un día de estos.
En fin, no ha pasado nada, todo está en orden de nuevo y lo malo es que nos deja un regusto amargo y hace bajar un peldaño la confianza que teníamos en el ecosistema (pero no mucho, oye, que seguimos estando a salvo).
Tengo que reconocer que con el advenimiento de chatGPT y las muestras de la IA generativa en campos como la programación de un tiempo a esta parte las expectativas se han disparado con respecto a lo que se puede esperar de una Inteligencia Artificial. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce.
La disciplina de Inteligencia Artificial existe desde hace muchísimos años, yo mismo, como estudiante de mi facultad fui miembro del Laboratorio de Inteligencia Artificial desde el año 1989 hasta que salí del mismo (esa es una historia para contar en otro momento) y me dediqué a otros proyectos de IA como la traducción automática. Pero la IA es anterior a estas fechas incluso. La verdad es que el avance «real» de la IA no ha sido expectacular estos años pasados excepto en la imaginación de algunos autores de ciencia ficción.
¿Porqué, entonces, se ha notado un avance tan importante estos últimos años? Bueno, lo que yo os puedo decir es que no toda la IA ha avanzado por igual, la que ahora mismo disfutamos es la IA generativa basada en aprendizaje profundo «Deep Learning». Para que se entienda, se trata de un sistema que «aprende» en base a miles de millones de muestras a generar «algo», una imagen, un texto, una respuesta ante una entrada determinada. Y el problema está en que al utilizar esa IA simplemente estamos recombinando los elementos de su entrenamiento de manera que sea más o menos adecuado a la pregunta o solicitud de entrada, no hay lógica, no hay algoritmo, es simple aprendizaje.
Si tu le preguntas algo a chatGPT no se desencadenan procedimientos lógicos que luego se puedan auditar, lo que se produce es una generación de lo que más probablemente, según los documentos que ya aprendió, se parezca a una respuesta a esa pregunta. Lo más parecido a un papagayo al que se le han enseñado miles de frases, te dará una respuesta tenga ésta sentido o no lo tenga.
De hecho, uno de los efectos más curiosos de las IAs generativas es que se inventan cosas – «alucinaciones» -, y no hay forma de que sepan si es cierto o no lo que están contando, por lo que es complicado, por no decir imposible, fiarse al 100% de lo que podamos obtener de una IA de este estilo. A diferencia de las imágenes que ilustran esta entrada, que han sido generadas por IA y podemos verlas como una simple muestra más o menos estética, si hacemos caso de lo que nos recomienda chatGPT, Gemini o cualquier otra AI generativa estaremos haciendo caso a un papagayo con mucho entrenamiento.
Este resurgir de la IA ha sido, básicamente, consecuencia de la acumulación de cientos de miles de millones de datos proporcionados por los usuarios de internet, unos conscientemente y otros inconscientemente en pago por el uso de alguna red social o alguna herramienta «gratuita». De hecho, la disponibilidad de estos conjuntos de entrenamiento tan inmensamente grande es lo único que ha permitido la ilusión de disponer de un asistente inteligente de verdad y, repito, es una ilusión. Nunca te fíes de quien no puede explicarte porqué ha hecho o dicho algo… Y las IAs generativas no pueden.
¿Hay que descartar entonces el uso de estas IAs? No, en ningún caso, disponer de una herramienta entrenada con datos que nos son útiles (como todos los códigos de github que su copilot ha usado en su entrenamiento) nos pueden ahorrar mucho tiempo en disponer de versiones preliminares o códigos sin refinar. Pero siempre necesitaremos alguien para refinar los resultados de cualquier IA generativa. Simplemente porque la IA no sabe realmente qué es lo que está diciendo (y nunca lo sabrá). El hecho de que haya gente planeándose reemplazar personas humanas por IAs (o incluyo que ya lo han hecho) demuestra que hay trabajos de bajo valor añadido que no necesitan siquiera razonar correctamente para ser desempeñados, esos trabajos si que pueden ser reemplazados, pero igual es que la necesidad de éstos ya era algo anecdótico.
Hacer un servicio que sirva un API en python es muy, muy sencillo usando flask o connexion. Mi método favorito de hoy (esto cambia día a día) es usar connexion que nos permite crear un servidor teniendo su definición en un archivo openapi con simplemente tres líneas de código:
Con estas cuatro líneas de código (además de los imports correspondientes) ya tendríamos un servidor web en el puerto 8080 de la máquina. Luego basta con tener en el openapi.yml definido el nombre de las operationId e implementarlas adecuadamente… Me tienta, pero en este momento no voy a hacer un tutorial sobre connexion o sobre cómo generar un proyecto python usable. Para esta entrada supongamos que ya tenemos el servidor implementado y corriendo… Veremos que cuando lo arrancamos nos muestra este mensaje:
* Serving Flask app 'app'
* Debug mode: off
2024-01-25 20:57:13,203 - werkzeug - INFO - WARNING: This is a development server. Do not use it in a production deployment. Use a production WSGI server instead.
* Running on all addresses (0.0.0.0)
* Running on http://127.0.0.1:8080
* Running on http://172.18.0.20:8080
2024-01-25 20:57:13,204 - werkzeug - INFO - Press CTRL+C to quit
Si nos fijamos nos está advirtiendo de que el servidor que está usando es el propio de Flask y no es muy adecuado para entornos de producción. ¿Qué significa esto? Que si recibe muchas peticiones el tiempo de proceso de las mismas va a ser muy alto. El mismo mensaje nos recomienda usar un servidor WSGI para entornos de producción.
De hecho, si estás ejecutando una versión más moderna de connexion te aparecerá este mensaje en su lugar:
2024-01-25 22:05:31,351 - connexion.middleware.main - WARNING - `ConnexionMiddleware.run` is optimized for development. For production, run using a dedicated ASGI server.
Que es lo mismo pero con ASGI en lugar de WSGI. La receta para ejecutarlo mas en «producción» en este caso sería instalar gunicorn y lanzarlo con un tipo de worker ASGI (uvicorn en este caso) teniendo en cuenta que app está definido dentro del archivo app.py:.
Con esto ya se lanza 4 procesos para dar servicio al API… Esto debería mejorarlo.
Y una cosa más… Si tenéis algún proceso en la aplicación que no deba replicarse con cada worker (un scheduler por ejemplo), tenéis que lanzar gunicorn con el parámetro --preload para que se ejecute solo una instancia de la aplicación (de todo lo que no dependa de las peticiones)
Enviar correo desde una máquina virtual en Amazon siempre ha sido un castigo. Las limitaciones al puerto 25 y a los controles de tráfico de Amazon hacían poco recomendable poner un servidor de correo «normal» en la infraestructura. Sin embargo – y pagando, claro está – Amazon ha puesto a disposición de todo el mundo un servicio para poder enviar correos sin demasiada complicación (aunque, como veremos, también tiene sus limitaciones).
Lo primero es lo primero, si quieres mandar correos usando Amazon SES. La información general la puedes ver aquí: https://aws.amazon.com/es/ses/ y create una identidad verificada (tendrás que cambiar cosas en el dns para que puedas enviar correo desde cuentas de tu dominio. Lo siguiente será crear una configuración de SMTP para tu cuenta, eso te dará un servidor, usuario y contraseña que usar para mandar correos (y los puertos correspondientes)… Anotalos muy bien que será lo que vamos a utilizar.
Al principio tendrás unas limitaciones muy importantes (para probar no nos afectan demasiado) y tendrás que crear direcciones de correo validada, hazlo y prueba que puedes enviar correos a esas cuentas antes de continuar. Los pasos para poder enviar correo desde un servidor ubuntu serían los siguientes:
Y ya estaría, ya puedes enviar correos desde cuentas de tu dominio con sendmail. Si ves algún problema siempre puedes consultar el log en /var/log/mail.log
Si todo va bien lo siguiente es pedir a Amazon que, por favor, os pongan en producción el sistema para poder enviar correos a todo el mundo. Y ya si eso, en otro post, os cuento como configurar una imagen docker para que lo use…
Entiendo que conoces la aplicación telegram, lleva con nosotros mucho tiempo y, aunque en nuestro país es mucho más usada whatsapp, telegram tiene también sus adeptos, sobre todo para canales de distribución o para uso secundario con aquellos que ya usan esta herramienta.
Una de las características más importantes de esta plataforma es la separación entre usuarios y bots, los usuarios tienen que tener un número de teléfono registrado y no es tan sencillo hacerse con una cuenta adicional si no tienes otro teléfono, la plataforma distingue perfectamente entre personas y bots, que serían los programas a los que solo se permite interacturar con personas que hayan hablado con ellos antes o con canales de distribución a los que se hayan añadido como administradores (antes podían añadirse como miembros, pero esa posibilidad ya no existe). El caso es que llevo un tiempo desarrollando bots para esta plataforma, usando diversas librerías y después de tantear todos los límites de telegram y de las librerías me he visto obligado a ir directo al api de telegram para bots… Y resulta que no solo es sencillo, sino muy sencillo iniciarse en la creación de bots sin ninguna librería adicional… En este caso vamos a crear un bot de cero y sin librerías de por medio.
Pero, como decía Jack el destripador: vayamos por partes…
Lo primero es crear un bot, telegram pone a nuestra disposición el bot llamado botfather que nos permite crear bots asociados a nuestra cuenta (un máximo de 20 por si os sentís tentados de crear armadas de bots) y se crean simplemente con el comando /newbot y responder unas pocas preguntas… Como podemos ver en la imagen:
Lo importante, y fundamental, es el token que nos genera botfather, esto será todo lo que necesitamos para acceder al api, que como bien nos indican está en https://core.telegram.org/bots/api
Lo segundo será decidir en qué lenguaje y para qué plataforma vamos a crear nuestro bot, en nuestro caso y para simplificar las cosas vamos a hacerlo en python que puede correr en cualquier sitio (linux, mac, windows o incluso serverless), en mi caso vamos a crear un bot que, cuando se lo pedimos, nos genere una nueva contraseña (luego ya veremos si queremos mejorarlo). Por cierto, todo el código que generemos aquí estará en el repositorio https://github.com/yoprogramo/nomorepassbot para que podáis usarlo y modificarlo a voluntad.
Hemos dicho que no tendría dependencias de ninguna librería telegram, pero no hemos dicho que no la tuviese de alguna otra, así que es momento de decidir si queremos usar alguna librería http, en mi caso, por simplicidad he elegido la librería httpx, como tampoco quiero ir instalando cosas de más voy a utilizar pipenv para crear mi entorno de trabajo (vosotros podéis hacerlo como queráis)
La lógica del programa será sencilla, simplemente preguntaremos periódicamente a telegram si tenemos updates, y si los tenemos, miraremos a ver si alguna petición contiene la cadena «password» y si la contiene devolveremos una nueva contraseña generada por nosotros en ese momento. Para recuperar los updates haremos un bucle infinito en donde llamaremos a la función getUpdates y si recibimos elementos los recorreremos uno a uno para tratarlos.
La función para generar una contraseña aleatoria será esta:
def generatePassword(num=10):
# Generamos una contraseña aleatoria de num caracteres
letras = string.ascii_letters + string.digits
password = ''.join(random.choice(letras) for i in range(num))
return password
Lo primero que tenemos que hacer es dar un valor a nuestro token y establecer la url del api de telegram:
Y la función que recupera las actualizaciones será, por tanto esta:
r = httpx.get(url_base + 'getUpdates')
updates = r.json()['result']
La función para enviar un mensaje a un usuario (o a un chat) se llama sendMessage y recibe como parámetros (entre otros) chat_id y text, así que poniendo todo junto nos quedaría esta función:
while True:
r = httpx.get(url_base + 'getUpdates')
updates = r.json()['result']
for update in updates:
if 'message' in update:
message = update['message']
if 'text' in message:
text = message['text']
if 'from' in update['message']:
user = update['message']['from']
if 'password' in text:
respuesta = 'La contraseña es ' + generatePassword(10)
r = httpx.post(url_base + 'sendMessage', data={'chat_id': user['id'], 'text': respuesta})
else:
continue
time.sleep(1)
Si ejecutamos esto (y tenemos el token que nos ha dado godfather) ya podremos pedir la contraseña y recibiremos respuesta (al hablar con nuestro bot, claro):
Claro que si dejamos el código así el bot se empeñará en darnos contraseñas una detrás de otra sin parar, y es que telegram no sabe si hemos tratado o no el update que nos ha enviado, para ello hay que usar el parámetro offset para indicar cual será la siguiente actualización a tratar y cambiando el código un poco nos quedaría:
offset = 0
while True:
r = httpx.get(url_base + 'getUpdates', params={'offset': offset+1})
updates = r.json()['result']
for update in updates:
offset = update['update_id']
if 'message' in update:
message = update['message']
if 'text' in message:
text = message['text']
if 'from' in update['message']:
user = update['message']['from']
if 'password' in text:
respuesta = 'La contraseña es ' + generatePassword(10)
r = httpx.post(url_base + 'sendMessage', data={'chat_id': user['id'], 'text': respuesta})
else:
continue
time.sleep(1)
Obviamente nos falta tratar las respuestas incorrectas y los timeouts y demás (y alguna respuesta adicional que nos puede dar telegram si hacemos demasiadas peticiones), pero eso lo dejo para que lo mejoréis en el repositorio https://github.com/yoprogramo/nomorepassbot
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